Culturarte: Ni estrafalarios, ni despilfarros

Por: María Elodia Zurita Argáez.

¡Hoy también es un gran día! Iniciamos diciembre. Este mes significa un período de fiestas, de alegría, de ilusión, de esperanzas, sobre todo eso, esperanzas de que vengan tiempos mejores: tiempos de calma, de seguridad, de paz.

Las celebraciones navideñas inician el día 12, fecha que se atribuye a la aparición de la virgen de Guadalupe a Juan Diego, en el cerro del Tepeyac, sitio que es visitado en su recinto de la Basílica de Guadalupe en la Ciudad de México y las iglesias dedicadas a su culto a lo largo del país. Este día las madres visten a sus niños con el atuendo típico de los indígenas, presentándolos en las iglesias.

Después, se inician las preposadas que se realizan en centros de trabajo y escuelas con intención de que se genere un buena atmosfera laboral y estudiantil. A partir del 16 de diciembre empiezan las posadas y estas se llevan a cabo con los vecinos y sirven para consolidar las relaciones entre estos; éstas fiestas se van turnando, es una oportunidad para que se estrechen lazos de amistad; la última posada que hace en Noche Buena, se realiza con la familia para recibir la Navidad, símbolo del nacimiento de Jesús Cristo, representado en los nacimientos, que son parte imprescindible de esta celebración.

Las posadas son representaciones que consisten en solicitar alojamiento a través de cantos en los hostales o posados evocando la peregrinación de José y María a su salida de Nazaret en camino a Belén para empadronarse en el censo ordenado por el emperador romano César Augusto.

Las piñatas que se usan en las posadas tienen la forma de una estrella de siete picos; cada pico representa un pecado capital que con sus vivos colores y oropeles seduce al alma inocente, para llevarla al pecado. La persona con los ojos vendados, representa al creyente que con la fe vence los pecados, recuperando la gracia, representa por la caída de las frutas y los dulces.

El día de los inocentes también forma parte de las fiestas decembrinas como un día de bromas; no debemos prestar ningún bien, sea objeto o dinero, pues se corre el riesgo de no recuperar el bien y sí recibir la tradicional respuesta con la muy popular frase: “Inocente palomita que te dejaste engañar”.

Y por último, concluimos las celebraciones con la Cena de fin de año o cena de Año Nuevo o de las dos cosas a la vez, con su tradicional Quema del viejo que representa el año que termina y que simboliza el pasado que queda atrás y se inicia una nueva época de esperanzas, de cambios y de proyectos, de planes, por eso se quema a la media noche, donde el pasado muere y se acaba junto con el año.

Nuestras tradiciones son ricas y variadas y cada día se agregan nuevos elementos que con el tiempo se volverán parte de nuestras costumbres; al final lo importante es pasarla bien, en familia y en armonía.

Es importante recordar que estamos en tiempo de crisis y que debemos preparar estas celebraciones sin despilfarrar nuestros recursos ni realizar gastos estrafalarios que en nada ayudan y si pueden perjudicar la economía familiar en la famosa cuesta de Enero.

¡Que esta sea una productiva semana para todos! La ciencia nutre la mente, la religión alimenta el espíritu, el arte enriquece el alma. Facebook: Mary Zurita. Correo: maryzurita2006@yahoo.com.mx

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