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Después de descubrir los primeros efectos nocivos que causan en seres vivos los malos o nulos manejos del plástico, los investigadores del Colegio de la Frontera Sur (Ecosur) se sienten preocupados por las consecuencias que puedan causar indirectamente a la seguridad alimentaria y al ser humano.
La investigadora del departamento Agricultura, Sociedad y Ambiente, Esperanza Huerta Lwanga, alertó que en sitios tropicales como Campeche y Tabasco existen tiraderos de basura a cielo abierto donde cientos de plásticos se convierten en microplásticos al fragmentarse por el efecto de la luz solar, el viento y la lluvia, sobre todo cuando son quemados.
Lo preocupante es que en los terrenos de cultivo abundan los plásticos y microplásticos debido a que se utilizan acolchados de este material para retener la humedad, los cuales son abandonados y enterrados en el suelo o transportados por las aguas negras.
En los huertos familiares, los microplásticos tienen presencia debido a que los plásticos son quemados y enterrados en los traspatios, fragmentándose paulatinamente de tal modo que pueden ser ingeridos por las lombrices de tierra y por otros organismos.
Con el objetivo de generar conocimiento sobre el efecto que tienen en las lombrices de tierra (Lumbricus terrestris), en la Universidad de Wageningen, países bajos, y en el ECOSUR, realizaron investigaciones para conocer la magnitud del efecto en el sistema terrestre.
DE LA TIERRA AL ESTÓMAGO
Mediante experimentos que se llevaron a cabo en el laboratorio de suelos en la Universidad de Wageningen se observó que la Lumbricus terrestris, una lombriz anecica, —que se caracteriza por moverse de la superficie del suelo al interior y viceversa llevando oxígeno y agua al suelo— ingiere el microplástico.
Después de realizar cinco tratamientos con diferentes cantidades de microplástico se observó que las lombrices que consumieron 28, 45 y 60% bajaron de peso y, si bien resistieron el consumo de este material, terminaron muriendo en 60 días entre un 8 y 25% de las lombrices. También se observó que las lombrices se reproducían, aunque no todos los cocones (huevecillos) eclosionaron.
En ese escenario, en que las lombrices ingieren el microplástico y lo dejan disponible en el suelo para otros organismos a través de sus turrículos, consideran importante que se tomen acciones para el manejo de desechos. “Es difícil hablar de seguridad alimentaria si en los huertos existe un riesgo eminente de que las lombrices se contaminen por plástico, puede que ocurra lo mismo con gallinas y muy probablemente con el ser humano” dijo Huerta Lwanga.
Señaló que si se desea garantizar la seguridad alimentaria de los huertos familiares del sureste de México se tiene que crear un sistema eficiente de recolección de basura, de lo contrario los habitantes la seguirán quemando y contaminando sus huertos, pues en la basura siempre hay plástico.
Descubrimientos
La Lumbricus terrestres ingiere microplástico
El consumo de 28, 45 y 60% bajaron de peso
En 60 días entre un 8 y 25% murieron
También se observó que las lombrices se reproducían, aunque no todos los huevecillos eclosionaron
