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Villahermosa, Tabasco.- Con una gran celebración se festejó este domingo el 60 aniversario del Parque Museo de La Venta, en la que más de 10 mil personas se dieron cita en el emblemático recinto que construyó Carlos Pellicer Cámara y que alberga ejemplares de la flora y fauna de Tabasco, así como un gran tesoro arqueológico de la cultura olmeca, para asistir a las diversas actividades que se realizaron.
En las palabras de bienvenida, Gabriela Marí Vázquez, directora general del Instituto Estatal de Cultura (IEC), agradeció a los presentes por su asistencia e invitó a sentirse orgullosos por este gran patrimonio cultural que tenemos en la capital y a seguirlo promoviendo: “Me siento muy contenta de que se interesen por venir a conocer este gran patrimonio que nos hace sentir orgullosos y que nos ayuden a promoverlo y difundirlo y sobre todo a defenderlo”.
Seguidamente, Roberto Lunagómez Reyes, curador del Museo de Antropología de Xalapa, disertó la conferencia La primera civilización mesoamericana: los olmecas, donde habló de las tres ciudades más importantes de la civilización olmeca, la cual apareció entre el año 1500 y 1000 A.C.: San Lorenzo, la primera capital de ese imperio y donde se encontraron 10 cabezas colosales; La Venta, la más importante de las tres por su resplandor cultural y considerada la primera ciudad mesoamericana; y Tres Zapotes.
Posteriormente, los asistentes conocieron sobre la Diversidad florística del Parque Museo de La Venta, a través de la voz de Miguel Alberto Magaña Alejandro, quien comentó que el parque es una selva mediana perennifolia en la que coexisten 204 tipos de árboles y plantas que se distribuyen en 140 especies en la zona selvática y 64 en el área zoológica.
Y Juan Manuel Koller González habló sobre Los olmecas y su relación con la fauna silvestre, tema en el que se abordó el significado y la forma en que eran representados por los olmecas ejemplares como el jaguar, el mono, el colibrí, el delfín y el manatí.
Para finalizar, en el área arqueológica del parque, donde se llevó a cabo la representación de un juego de pelota mesoamericano que estuvo a cargo de la Asociación Mukliba Chan. Ahí el público fue testigo del ritual ceremonial que se hace para purificar la cancha, la cual mide 5 metros de ancho por 60 de largo que se divide en 5 partes; de la danza del copal; y del juego en el que se enfrentan dos equipos quienes utilizan una pelota de hule y gana el que hace 10 puntos.
