Auschwitz- Birkenau, un sitio donde se siente el dolor

Fotos: Abril Morishita Cedillo

El campo de concentración de Auschwitz-Birkenau es considerado en todo el mundo sinónimo del terror que trajo consigo el Holocausto. A estas alturas, pocos desconocen las atrocidades que se atribuyen al nazis, y este fue uno de los lugares donde más evidente se hizo el sufrimiento que padecieron aquellos que fueron el blanco del odio de Adolf Hitler y sus admiradores.

En realidad, se trata de dos campos: Auschwitz I, el campo de concentración original construido en 1940, y Auschwitz II (Birkenau), construido con posterioridad y empleado como campo de exterminio. Se estima que en esta fábrica de la muerte fallecieron más de un millón de personas (opositores al régimen nazi, judíos, gitanos, homosexuales, etc.).

Generalmente la visita siempre empieza en Auschwitz I. En este campo encontrarás varios bloques que continúan en pie a día de hoy, los cuales albergan las distintas exposiciones que muestran a los visitantes las condiciones en las que malvivían los prisioneros. Algunas de estas exposiciones son muy duras, te lo advierto…

La ironía en la puerta

Uno de los aspectos que más me llama la atención de Auschwitz es la inscripción en alemán que aparece nada más entrar al campo: “Arbeit macht frei”, lo que vendría a significar: “el trabajo les hace libres”. Este letrero no solo aparece en este campo; también se encuentra en (Berlín) y, si no estoy equivocada, se encuentra también en el de Dachau (Munich).

Exactamente, según la resolución 60/7 de la Organización de Naciones Unidas (ONU), el 27 de enero de cada año se conmemora el Día Internacional en memoria de las víctimas del Holocausto. La fecha se debe a la liberación por parte del ejército soviético en 1945 del mayor campo de concentración de exterminio nazi que existió, el situado en Auschwithz-Birkenau, en Polonia. Desde su apertura en este centro custodiado por la SS alemana, murieron asesinados entre 1,5 y 2,5 millones de personas desde su apertura en mayo de 1940.

Al centro, situado a unos 40 kilómetros de Cracovia, llegaron durante años no solo judíos, sino también prisioneros de guerra, quienes eran obligados a trabajar para el régimen de Hitler.

El año 1979 el lugar que fue la tumba de muchos inocentes fue declarado Patrimonio de la Humanidad de la Unesco y, como explicó el propio Secretario General de las Naciones Unidas, Kofi Annan, al nombrar el Día Internacional, se trata de «un importante recordatorio de las enseñanzas universales del Holocausto, atrocidad sin igual que no podemos simplemente relegar al pasado y olvidar».

Experimentos médicos

En Auschwitz se llevaron a cabo experimentos médicos por encargo de las SS, la Wehrmacht, empresas farmacéuticas e institutos de investigación alemanes. Estas actividades abarcaban, entro otras cosas, la esterilización masiva, la experimentación con medicamentos, infectar de tifus para determinar el período de incubación, experimentos con gemelos y estudios de los cambios provocados por el hambre en el organismo humano. Muchos mutilados, enfermos, en tanto que no apataron para el trabajo, fueron asesinados en las cámaras de gas.

Arbeir macht frei es la frase alemana grabada en el portón principal que da la bienvenida al campo de

concentración de Auschwitz. Irónicamente, significa ‘el trabajo hace libre’

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