Escuchar… prestar atención a lo que se oye

Por: Laura Rosado

La vida es hoy
@laurarosado,vidabienestar

¿Cómo ves? ¿te parece que prestamos atención a lo que oímos? ¿A lo que se nos dice? Es muy usual que al discutir con tu pareja o con tus hijos el reclamo principal es: “Es que no me escuchas”. Entonces vamos a cambiar de lugar. Cuántas veces en una discusión tu reclamo ha sido: “Es que no me escuchas”.

Nos expresamos a través de las palabras, a través de ellas comunicamos nuestros pensamientos, sentimientos y emociones y así creamos nuestra relaciones interpersonales. Por lo tanto, al comunicarnos expresamos lo que sentimos, y como viene de nuestra mente y corazón, merece ser escuchada.

El escuchar es muy importante, así nos conocemos y comprendemos más, se solucionan conflictos, se enriquece la historia familiar, se cuentan anécdotas y la siguiente generación las recibe y así se trasmite el conocimiento de generación en generación. Para lograr esa transmisión del mensaje, hay que hablar con claridad y hay que escuchar con atención.

¿Recuerdas ese jugo del teléfono descompuesto o teléfono desconectado? Es un gran ejemplo de cómo la comunicacion se puede distorsionar. En este juego se ponían los participantes uno junto al otro y la primera persona le decía a la persona de junto la frase que él quisiera, y el otro con lo que escuchó, se la decía al que le seguía, y así hasta llegar a la última persona que tenía qué decir
la frase en voz alta, daba mucha risa, porque la última frase prácticamente nada tenía qué ver con la frase inicial.

Cuántas veces no pasa eso en la vida cotidiana, que cuando tu ser querido termina de hablar y te dice ¿Qué opinas? y nos damos cuenta que no sabemos de qué nos estaba hablando, o solo escuchamos a medias y pedimos que sea repetido lo que dijeron, ¿Qué siente esa persona? ¿Qué has sentido tu?

Entonces hay qué hablar con claridad y escuchar con atención. Hacerlo es un simple ejercicio de comunicación, pero el ser escuchado, va más alla.

– Como personas tenemos la necesidad de ser escuchados. – Quien no se siente escuchado, se siente solo.
Hay que decidir escuchar :
*Para conocernos más
*Evitar conflictos
*Ser más cercamos y empáticos
*Saber cómo se siente, cómo piensa, cuáles son sus valores
*¿Qué le duele?
*¿Cuáles son sus alegrías?
*¿Qué intereses tiene?

Se puede practicar atención plena (mindfullness) en escuchar, sí, atención plena, poner todos tus sentidos en esa plática que estés teniendo:

 Ver a la persona a los ojos
 Guardar silencio mientras habla
 Observar que tu posición corporal trasmita atención
 Asentir con la cabeza
 Repetir en algún momento sus palabras para estar seguro de estar recibiendo el mensaje
 Hacerle saber que estás ahí, que no tienes prisa de nada, que tienes tiempo
 Escuchar sin juzgar, sin justificaciones
 Evitar dar consejos, la persona que habla, normalmente ella misma encuentra la respuesta

Hay algo muy común cuando se está teniendo una discusión fuerte, y es que la persona que está “escuchando”, en lugar de estar haciéndolo, está pensando en qué va a contestar, en cómo se va a defender, entonces desde ahí ya está esa discusión condenada al fracaso. Seguir los pasos anteriores descritos ayudará a encontrar juntos una solución a su conflicto.

Otro punto de no estar escuchando es, que en el mundo de hoy en día, en la era de la tecnología, nos encontramos todo el tiempo enfrente de una pantalla: celular, computadora, tableta, video juego, etc. Estamos ahí sumergidos por horas entre el trabajo y el ocio de juegos y redes sociales, estamos pasando por alto la presencia del que tenemos junto. Llevamos con nosotros el celular a todos lados, a la mesa a la hora de comer, en las reuniones y celebraciones, todo el tiempo lo tenemos en nuestra manos y estamos echando ojo constantemente a la pantalla, por lo tanto, nuestra comunicación se va deteriorando.

¿Cuántas veces no te ha sucedido esto? Le estás hablando a alguien y mientras tiene sus ojos en una pantalla y sus dedos escribiendo algún mensaje te dice: “sígueme diciendo, te estoy escuchando”. Eso es imposible, aunque creamos que sí lo podemos hacer, no es real, nuestro cerebro está ocupado en resolver otras cosas, mas no en escuchar.

Cuidemos nuestras actitudes respecto a la escucha, una charla profunda, divertida, de planear, de conocerse, de contarse la vida resulta gratificante para el alma, gratificante para el intelecto, demos ejemplo a quienes amamos y nos rodean de interés sincero, de escucha atenta, de escucha con el corazón, demos su lugar a esa persona que está ahí enfrente, demos respeto. Y de la misma forma, sientas tu que eres escuchado.

Cualidades de un buen escucha:

Paciencia, empatía y generosidad. Son valores inherentes a la persona, no los perdamos, mejor aún, enseñémosles a las nuevas generaciones el maravilloso poder de las palabras y escuchar.
*Paciencia, porque se necesita tiempo, no hacer nada más que escuchar.
*Empatía para ponerte en los zapatos del otro y sentir lo que siente.
*Generosidad, de darte y poner tus oídos y tu corazón para recibir sus palabras.

“Escuchar es más importante que hablar, si esto no fuera cierto, Dios no nos hubiera dado dos oídos y una boca. Demasiadas personas piensan con su boca en vez de escuchar para absorber nuevas ideas y posibilidades”.

Gracias por leerme.
LAURA ROSADO/. LA VIDA ES HOY.

Acerca de Jorge Cupido

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