Hasta cinco años puede sobrevivir una persona con tumor cerebral

En la última década, el conocimiento sobre los tumores cerebrales permitió multiplicar hasta cuatro veces el tiempo de sobrevivencia de los pacientes, al pasar de 14 meses a periodos que van de entre 36 hasta 60 meses, informó en entrevista el neurólogo mexicano Alfredo Quiñones Hinojosa, quien labora en la Clínica Mayo, en Arizona, Estados Unidos, y es reconocido como uno de los mejores onco-neurocirujanos a nivel mundial.

El mexicano explicó que los tratamientos contra cáncer de cerebro cambiaron cuando la genómica permitió ver que los tumores cerebrales no son parte de una sola familia de células cancerígenas, como se creía hasta 2008, sino que provienen de varias familias. Esto ha obligado a diseñar tratamientos diferenciados y que se eviten algunos tipos de quimioterapias o radioterapias que serían ineficientes,o incluso mortales para el paciente.

“La más importante pregunta que hay que responder es hacer saber a las personas que hace diez años la sobrevivencia máxima que podría tener un paciente con tumor cerebral era de poco más de un año. Ahora, con los nuevos diagnósticos y tratamientos tenemos ya casos de pacientes que sobreviven 3, 4 y hasta cinco años. Yo estoy viendo pacientes así. ¿Esto significa que todos los pacientes sobrevivirán tantos años? La respuesta es no, porque depende del diagnóstico y genética de cada uno, pero ahora todos tienen posibilidad de sobrevivir más años, en comparación con lo que ocurría hace una década”, indicó.

En el año 2000, cuando se obtenía un diagnóstico de glioblastoma, resultaba increíble para muchas personas que el paciente no pudiera sobrevivir, aunque tuviera mucho dinero o acceso a los mejores centros de salud, como ocurrió con el senador demócrata Edward Kennedy, que tuvo un glioblastoma y no pudo sobrevivir.

“Pero hoy lo que ha cambiado es que se ha mejorado el diagnóstico y el tratamiento y por eso la posibilidad de vivir más tiempo con estos tumores se ha elevado. Por ejemplo, si hace 20 años sólo clasificábamos a los tumores en el cerebro como glioblastomas con cuatro grados diferentes de avance, hoy sabemos que no sólo hay una familia de tumores, sino que cada uno puede tener un motor molecular diferente que acelera o frena la enfermedad cuando entra en contacto con un tratamiento”, explicó telefónicamente el doctor Quiñones.

En la actualidad, la Clínica Mayo, en Arizona, aplica nuevos tratamientos contra cáncer de cerebro a otro político muy importante de Estados Unidos, el senador John MacCain, a quien también fue diagnosticado un tumor tipo Glioblastoma.

“Ahora hemos descubierto que, por medio de estudios de genética podemos predecir cuándo un tumor se va a comportar de un modo diferente ante un tratamiento. Desde que entendimos esto, supimos que algunos tumores sí responderían a algunos tipos de quimiotería y otros no. Ahora el tratamiento se debe decidir con base en la genética de cada paciente y aunque ya tenemos bastantes herramientas, la esperanza es que en los próximos años estas herramientas se multipliquen hasta llegar al grado de tener medicina personalizada o individualizada”, explica el neurocirujano.

GLIOBLASTOMAS. El cerebro puede ser afectado por cáncer que llega de otra parte del cuerpo, cuando ocurre metástasis, pero también hay un tipo de cáncer que se origina dentro del cerebro cuando comienzan a multiplicarse de manera desordenada un tipo de células nerviosas que se llaman células gliales y que son complemento de las neuronas. Cuando ese tipo de células entra en el proceso de multiplicación acelerada y no mueren, forman tumores llamados Glioblastomas.

Miembro de la directiva de los Institutos Nacionales de Salud, de Estados Unidos, y del Instituto Nacional del Cáncer, de ese país, Alfredo Quiñones ha dedicado su vida profesional a combatir este tipo de tumores y afirma que hoy se vive una coyuntura en la que se puede terminar con el prejuicio de que la aparición de un cáncer de cerebro es equivalente a una sentencia de muerte.

“En los últimos 13 años se ha avanzado mucho en comprender la etiología u origen y evolución de estos tumores súper peligrosos. En el año 2004 se publicaron dos artículos donde se afirma por primera vez que dentro del cerebro hay un grupo de células que empiezan porque dentro del cerebro hay algunas células madre (que son las células pluripotenciales a partir de las cuáles un embrión forma un cuerpo entero), pero que estas células pueden recibir algún golpe genético, que no sabemos si es radiación o la exposición a un químico, pero de pronto se convierten en células cancerosas.

“Esas células madre cancerosas son resistentes a muchas formas de quimio y radioterapia, de modo que hoy se trabaja mucho en parar la acción de esas células madre cerebrales que nos pueden ayudar la velocidad con la que se desarrolla el cáncer de cerebro”, agrega Quiñones, quien es también miembro de los consejos editoriales de algunas de las revistas médicas más prestigiadas del mundo como Diario de Oncología, Anales de Oncología Quirúrgica, Mundo Neurocirugía y Diario Mundial de Células Madre.

En la primera semana de agosto, el doctor Quiñones y ofreció dos pláticas en la Ciudad de México, en Médica Sur, en la que explicó cómo se aborda a pacientes que tienen al mismo tiempo epilepsia y tumores de cerebro, mientras que en una segunda plática habló sobre el mapeo del cerebro y los posibles abordajes para realizar cirugías.

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