¿Qué contiene la Salsa tipo inglesa Crosse & Blackwell?

1,200 miligramos de sodio por cada 100 mililitros.
Contiene caramelo IV, el cual se ha comprobado ser cancerígeno.
Contiene glutamato monosódico, aditivo citotóxico.
46% de los ingredientes son químicos artificiales.

Salsa tipo inglesa Crosse & Blackwell (100 mililitros y 1 cucharadita de 6 mililitros):

Azúcares:

Por cada 100 mililitros (ml) contiene 15.8 gramos (g) de hidratos de carbono, de los cuales 15.5 g son azúcares, es decir, casi el 16% del producto es azúcar.

Por una porción de 6 ml, 1 g es azúcar. No obstante, contiene 3 diferentes tipos de endulzantes. Aunque es justo mencionar que 2 de ellos son de origen natural (azúcar normal y piloncillo).

Para ser un sazonador sugerido en preparaciones saladas, la cantidad de azúcar es alta.

La porción más frecuentemente utilizada por los consumidores supera los 6 ml. Puede llegar a oscilar de 3 a 5 porciones (que va de 18 ml hasta 30 ml) dependiendo de los gustos de cada consumidor.

Sodio:

Por cada 100 ml contiene 1,200 miligramos (mg) de sodio.

Por cada porción de 6 ml contiene 80 mg de sodio.

Cabe recordar que las altas ingestas de sodio se han asociado a padecimientos como presión arterial elevada o hipertensión.1

El consumo de este producto en altas cantidades puede llegar a ser común y representar, por tanto, una alta ingesta de sodio.

Colorantes:

Contiene colorante caramelo IV, el cual se ha clasificado como cancerígeno en el estado de California, en Estados Unidos (EU).2

Ingredientes:

Agua, vinagre, puré de manzana, piloncillo, azúcar, sal yodada, pulpa de tamarindo, colorante caramelo clase III, proteína hidrolizada de soya y maíz, condimentos, saborizantes artificiales, maltodextrina, color caramelo clase IV, glutamato monosódico.

Contiene 13 ingredientes en total, de los cuales 3 merecen especial atención: caramelo clase III, caramelo clase IV y glutamato monosódico.

El caramelo clase III se elabora solo con sulfuros, no tiene el mismo carácter toxicológico que el caramelo clase IV, pero sí es agresivo.

El caramelo IV se elabora con sulfuros y amonio, que al calentarlo se producen unos subproductos llamados 2-metilimidazol y 4-metilimidazol (2-MI y 4-MI), los cuales se han demostrado estar asociados a diferentes tipos de cáncer. En el estado de California, EU, a este colorante se le clasificó como un colorante cancerígeno por el tipo de procesamiento al que se le somete. Son tan contundentes los estudios que si algún producto excede los 29 microgramos éste debe contener una leyenda precautoria que establezca su riesgo al cáncer.3, 4

En el caso del glutamato monosódico, se ha visto tener asociaciones con efectos citotóxicos (muerte celular, linfomas, cambios neurodegenerativos, entre otros) impactando negativamente distintos órganos.5
Etiquetado:

El etiquetado es sencillo y sobrio, naranja, negro y café claro. En medio se observa un óvalo negro con el nombre del producto en el centro. El resto del etiquetado es naranja pardo.

En la parte frontal no se observa información nutrimental salvo la información de las calorías.

La información nutrimental debería estar en la parte frontal como lo indica la norma oficial correspondiente. Esto es importante, particularmente en un producto alto en sodio como es el caso. Esta información se encuentra en la parte posterior. Sin embargo, es sumamente difícil de distinguir, inclusive de leer, pues las letras son pequeñas.

Antes de la información nutrimental se observa la siguiente leyenda: “esta salsa ha sido preparada y madurada con especial esmero, seleccionando cuidadosamente cada uno de los ingredientes y basándose en nuestra receta original, para así poder afinar el sabor de sus entremeses, sopas, ensaladas, carnes, guisos, salsas, pescados, mariscos, pizzas y cócteles”.

Hemos de mencionar que esta salsa tipo inglesa es una de las “clásicas”, ya que dicha marca fue de las primeras que surgió.

La leyenda que se expone en el etiquetado posterior es primordialmente falsa. Esto es porque el caramelo IV es parte de la receta original; tampoco son ingredientes seleccionados cuidadosamente, sino que son ingredientes bastante comunes en los productos procesados para consumo. Para los consumidores puede ser de mayor interés por la cotidianidad y frecuencia del uso de este tipo de ingredientes en los distintos productos, lo que genera al final del día se sumen cantidades considerables de elementos químicos que se terminan incorporando al organismo.

Las salsas tipo inglesas, particularmente esta marca, son de alto uso en distintas preparaciones: carne asada familiar, pollo asado, pastas, sopas, ensaladas, salsas, mariscos, cócteles, hasta bebidas tipo “michelada” (preparado de bebida a la cual se le añade limón y sal, y/o salsa de soya, salsa inglesa, chile limón en polvo).

Los consumidores hemos incorporado el uso de este tipo de salsas en una gran diversidad de preparación de platillos, confiados en su “receta original”. Hay preparados que inclusive se llegan a ofrecer como parte de la comida familiar a los infantes y niños pequeños.

La leyenda en la parte posterior es engañosa porque hace creer que está basada en ingredientes caseros cuando contiene 6 ingredientes químicos (46%), es decir, casi la mitad del producto son ingredientes químicos.
Un producto que contiene un colorante que se ha comprobado ser cancerígeno y otro que es citotóxico, no es un producto de buena calidad o símbolo de que sus ingredientes fueron elegidos cuidadosamente.

Las exigencias gubernamentales hacia lo que se le ha denominado la gran industria son sumamente débiles y las grandes corporaciones buscan cada vez proporcionar menos herramientas a los consumidores e información elemental como la cantidad ingredientes artificiales en el presente producto.

Es importante se establezcan criterios de etiquetado que favorezcan al interés público, puesto que es uno de los pocos elementos con que los consumidores podemos orientarnos respecto a los contenidos reales de los productos que ofrece el mercado y que permite el Estado.

Nuestra valoración:

No apto para consumo cotidiano o para niños, niñas o mujeres embarazadas por contener un ingrediente que ha sido denominado como cancerígeno.

Por su contenido en sodio no se recomienda en personas con hipertensión.

Te proponemos:

Utilizar un sazonador con ingredientes naturales o sazonar con ajo, cebolla y hierbas de olor.

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