Agroquímicos, riesgo latente de ecosistemas

Los Pantanos de Centla son una zona amenazada por el uso de herbicidas, sustancia recientemente prohibida por el gobierno federal; no obstante, hay una lucha en tribunales por parte de las grandes compañías que no están dispuestas a dejar tan fácilmente el mercado mexicano

En la revisa de divulgación científica Kuxulkab’, editada por la División Académica de Ciencias Biológicas de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT), investigadores tabasqueños advierten que durante décadas, pobladores de la reserva de pantanos de Centla han utilizado herbicidas como el glifosato (prohibido a nivel mundial) con un impacto en el ecosistema, en especial en el cocodrilo moreleti y los peces.

La utilización de este químico en México y el mundo, ha estado asociado con varias afectaciones a la salud, que van desde mareos e irritaciones en la piel hasta el desarrollo de cáncer.

El presidente Andrés Manuel López Obrador ordenó la prohibición del glifosato –el herbicida más utilizado en el mundo– para 2024. El decreto presidencial publicado el 31 de diciembre de 2020, que también busca prohibir el maíz transgénico, argumenta que “tiene efectos nocivos en la salud, tanto de los seres humanos como de algunas especies animales”.

El decreto, publicado en el Diario Oficial, establece las acciones que deberán realizar para sustituir gradualmente su uso, adquisición, distribución e importación del glifosato y de los agroquímicos utilizados en el país que contengan este activo.

Este herbicida ha generado polémica respecto a posibles daños que puede causar tanto al medioambiente como a la salud humana.

Una investigación del Seminario Universitario de Sociedad, Medio Ambiente e instituciones de la UNAM arroja que el uso de glisofato tiene un alto costo para el ecosistema en el que se utiliza. En altas concentraciones expone a la flora y fauna de los ecosistemas, reduce su población y disminuye la capacidad para controlar plagas.

Este miércoles, un juez mexicano dio la razón a Bayer AG en un recurso de amparo provisional contra una política del gobierno que busca prohibir el herbicida glifosato.

Víctor Suárez, subsecretario de Agricultura, argumentó anteriormente que el maíz transgénico y el herbicida glifosato son demasiado peligrosos y que se debe priorizar la producción local y las prácticas «agroecológicas» sostenibles.

El funcionario citó estudios que relacionan el glifosato con el cáncer y que dicen que daña a los polinizadores como las abejas. Además alegó que el maíz transgénico contamina las cepas nativas del grano de México.

¿QUÉ ES EL GLIFOSATO?

Es un herbicida de amplio espectro no selectivo y sistémico: cualquier planta puede absorberlo a través de sus tejidos.

El activo químico evita que la planta afectada produzca proteínas necesarias para su crecimiento, lo que la conduce finalmente a la muerte.

Su función consiste en destruir las plantas consideradas “malas yerbas”, aquellas que “roban” espacio, luz, agua y nutrientes a la siembra.

¿CÓMO AFECTA?

Pueden ser tóxicos para seres humanos y otros animales tanto por inhalación como por consumo de productos que hayan sido expuestos a altas cantidades de estas sustancias.

Fuente: Presidencia de la República, UJAT, Congreso del Estado

Fotos: Jaime Ávalos

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