Vida Bienestar: Hablemos de la alimentación

LA VIDA ES HOY

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La invitación y motivo del tema de hoy es: Comer para vivir, comer para vivir significa aceptar la responsabilidad de elegir lo que quieres comer porque es bueno y sano para tu organismo, porque te permite disfrutar de la vida, porque te proporciona energía, necesaria para trabajar, estudiar, divertirte y convivir con los demás. No tiene que ver con renunciar al aspecto social de la comida, la cual nos permite compartir y disfrutar los alimentos en compañía, tampoco se trata de privarnos de la experiencia de sabor, olor y vista que produce la comida.

Los invito a reflexionar sobre sus hábitos alimenticios para que hagas los cambios necesarios y elijas los alimentos que satisfagan dichas necesidades y contribuyan a mantenerte joven, saludable y vital, independientemente de la edad que se tenga. Observemos qué tanto estamos en el “consumismo alimenticio” lleno de comida en paquetes y procesada, cargadas de azúcar, salado o grasoso. Vamos a hablar de cómo están agrupados los alimentos.

Son tres categorías básicas: Proteínas, grasas e hidratos de carbono

Las proteínas aportan aminoácidos que son los componentes estructurales del organismo. Las grasas o lípidos son la fuente más concentrada de energía, por lo que una de sus funciones es almacenarla y trasportarla y función de las vitaminas liposolubles. Y los hidratos de carbono, que constituyen la principal fuente de energía.

Existen numerosas investigaciones que nos dicen que una alimentación con poca fibra y muchas grasas malas, hidratos de carbono simples y toxinas en forma de conservadores, colorantes, aditivos, etc., aumentan el riesgo de contraer enfermedades crónico-degenerativas como: cáncer, artritis, alzheimer, diabetes, enfermedades cardiovasculares, obesidad, etc. Si queremos mejorar nuestra alimentación, debemos tener en cuenta la calidad y cantidad de los alimentos, escuchar los mensajes del cuerpo para evitar comer aquello que nos daña y el daño es la inflamación a nivel celular, lo cual nos enferma.

Hay que preferir productos frescos, si es posible orgánicos, locales, de acuerdo a la estación y estar conscientes de nuestro consumo y de dieta.

– Buscar que el espacio donde se coma sea agradable, tranquilo.

– Comer sentado cómodamente.

– No ver la televisión, no estar en el celular o a veces incluso trabajando en computadora, es un momento de atención plena a la comida.

– Observar, oler, saborear y disfruta lo que se está comiendo.

– No tomar bebidas frías con los alimentos.

– Masticar bien, dejar los cubiertos descansado en el plato mientas se mastica, no tomar otro bocado antes de tragar el anterior.

– No comer si no se tiene hambre.

– No mezclar demasiados alimentos en las comidas.

– Dejar de comer antes de sentirse lleno.

Una buena alimentación tiene que ver con incluir lo necesario para mantenernos sanos y con energía y también en evitar aquellos que nos perjudican. Por lo tanto, evita la ingestión de:

– Refrescos embotellados y de dieta.

– Chocolates con leche.

– Galletas llenas de azúcar.

– Pan de mala calidad con harinas refinadas.

– Evitar lo más posible todo lo que viene en paquetes.

– Usar aceites de buena calidad para cocinar como: aceite de oliva, aceite de aguacate o ghee (que es mantequilla clarificada) La alimentación se determina de acuerdo a las actividades de cada quien, tiene que ver con la actividad física, horarios, gustos, el clima, la región geográfica donde se viva, etc.

Tomar siempre en cuenta todos los factores que influyan en la decisión de los alimentos. Estos deben ayudar a tener buena energía, digerir bien, dormir bien, estar de buen humor, estados de ánimo equilibrados, y a una mente despierta y alerta.

“Que tu alimento sea tu medicina y tu medicina tu alimento”

Hipócrates

Gracias por leerme.

LAURA ROSADO/. LA VIDA ES HOY

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