El Hospital Regional de Alta Especialidad del Niño “Dr. Rodolfo Nieto Padrón” brinda atención especializada a poco más de 30 niños con autismo.
En el marco del Día Mundial de Concienciación del Autismo, especialistas explicaron que este padecimiento es un trastorno biológico del desarrollo que persiste a lo largo de la vida, pero el avance de los pacientes puede ser significativo si se detecta a temprana edad.
Asimismo, comentaron que en el año de 1970 se decía que uno de cada 10 mil niños nacía con trastorno autista, sin embargo las cifras han ido cambiando, pues en 2015 el promedio de niños que se diagnosticaban con esta enfermedad era de uno por cada 88 pequeños. Mientras que en el año 2014 la cifra se modificó a uno por cada 50 niños, lo cual no significa que exista epidemia, si no que ahora los avances médicos han permitido diagnósticos más efectivos.
Quienes saben detectar a estos niños son los psicólogos infantiles, los paidosiquiatras, los neurólogos pediatras, y deberían de ser también los pediatras. Los médicos generales deberían tener un conocimiento de esto.
El responsable del Departamento de Neurología del Hospital del Niño reveló que aunque se desconocen las causas que generan este padecimiento, existe la posibilidad de que las madres puedan detectar en casa algunos síntomas de este trastorno, que aunque no tiene cura, cuando es detectado en la etapa lactante del niño y se inician terapias y tratamientos a temprana edad, se puede lograr cambiar el curso natural de la enfermedad.
Abundó que existen “banderas rojas” a las que las madres deben poner atención y que indican que el infante es autista, algunas de ellas son: Si el lactante no muestra contacto visual con la madre; y si el niño realiza movimiento estereotipados constantes de cabeceo o de aplausos.
Así como si el niño es dejado solo y no reclama que lo atiendan como otros niños, sobre todo entre los 6 y 10 meses de edad; y si ven que el niño no va desarrollando el lenguaje, si no va ganando habilidades del lenguaje.
En ese sentido la fundación «Inclúyeme en tu Mundo» realizará un evento hoy sábado beneficio de los 80 menores que actualmente atiende.
Su presidente Carlos Silva, indicó que siguen trabajando para que los menores con autismo se integren a sus familias, al recordar que desde el año pasado están acreditados para impartir seminarios y talleres creados en base a un modelo de intervención que busca el desarrollo de los menores.
Actualmente su padrón es de 80 menores atendidos pero va en incremento pues familias con niños y niñas que padecen autismo de estados como Veracruz, Campeche y Chiapas están buscando la ayuda.
En el marco del Día Mundial de la Concienciación del Autismo que se celebra este 2 de abril, indicó que la fundación trabaja en tres aspectos: comunicación verbal y no verbal, integración sensorial e interacción social. «Nosotros les enseñamos las herramientas para que trabajen en casa, pues buscamos que las terapias sean aplicadas en casa a fin de fortalecer los vínculos familiares».
Reconoció que las estadísticas de niños autistas se mantienen, es decir de cada 150 nacimientos registrados uno nace con ese trastorno, por lo que en Tabasco se registran 300 nacimientos con autismo.
La asociación actualmente trabaja también en la capacitación a docentes de escuelas regulares pues cerca del 60 por ciento de los menores de la fundación, casi 50 menores, están en escuelas regulares, mientras que el resto si requieren de atención especializada.
DESDE LOS OJOS DE UNA MADRE
Doña Petronila, madre de Manuel, un niño de 6 años con problemas de autismo, dice que pese a todos los obstáculos y dificultades que han podido encontrar ella y el resto de su familia, nunca se han dado por vencidos y buscan a toda costa que la vida de su menor hijo sea lo más feliz posible.
Era mi primer hijo y yo no tenía experiencia, lo que sí notaba es que el niño era muy poco afectivo, nunca me miraba a la cara, comía bien pero tragaba el biberón y no se cruzaban nuestras miradas porque él la tenía perdida.
Recuerda que cuando Manuel tenía 18 meses ya decía mamá-papá hasta que un día “desaparecieron todas las palabras, solamente chillaba, chillaba mucho, dormía poco, no sabíamos qué le pasaba, no tenía hambre, no tenía sed, no le pasaba nada”.
Dice que el peor momento de su vida fue cuando le dieron el diagnostico de su pequeño, cuando lo llevó al especialista: trastorno generalizado del desarrollo de espectro autista.
Aunque me resistía a creerlo, a los dos años llevé a mi hijo a la guardería. La encargada del colegio me dijo que el niño no era normal: “Que le llamaba muchas veces y el niño no contestaba, que el niño no respondía, que el niño no hacía literalmente nada. Entonces desde ese momento no dudo más de que algo estaba mal, lo llevó con otro especialista para ratificar el diagnostico, y lo mismo, a partir de ahí no tuve más remedio que buscar ayuda de un centro y desde hace cuatro años me lo están tratando con mucho éxito para que él se siga desarrollando como un niño normal.
EL SILENCIO AZUL
1 de cada 150 menores nace con el trastorno
300 menores nacen cada año en Tabasco
80 menores son atendidos por la fundación “Inclúyeme en tu mundo”
Edades de 2 a 13 años
Relación de prevalencia: 1 niña por cada 4 varones