Arquidiócesis Primada de México llamó a contemplar con seriedad la posibilidad de un recorte presupuestal a los partidos políticos, sobre todo cuando el gobierno federal ha hecho un enorme recorte al gasto público.
En el editorial del semanario Desde la Fe, titulado “Otra vez votar”, la Arquidiócesis planteó que de cara a las próximas elecciones no hay razón para permitir que los partidos políticos sigan derrochando inmoralmente los recursos de un país sumergido en la pobreza.
Los costos multimillonarios del sistema democrático permiten el acceso a los tiempos públicos, en radio y televisión, a partidos políticos y candidatos independientes sin creatividad propagandística bombardeando al elector con basura política comercial que raya en lo soez y prosaico”, argumentó.
Hace referencia a que 13 estados y la Ciudad de México votarán para elegir 12 gobernadores, 388 diputados de mayoría y representación proporcional, 965 ayuntamientos y 60 diputados a la Asamblea Redactora de la Constitución de la Capital del País.
El padrón convocado representa el 45.40 por ciento de los mexicanos en edad para votar, y llama a la atención el porcentaje de pobreza alojada en las entidades sufragantes: 23 millones de pobres (casi el 42 por ciento del país) y cinco millones de personas en pobreza extrema (el 43 por ciento de quienes sufren estas condiciones en el territorio nacional)”, ejemplifica.
La Arquidiócesis explica que evidentemente esos porcentajes se contraponen a los gastos o dispendio de recursos y prerrogativas exorbitantes a partidos políticos y los resultados del sistema dedicado a los procesos electorales.
Añade que la valoración de la reforma electoral bajo la cual estuvieron regulados los comicios de 2015 apenas arroja sus resultados y el INE sufre el centralismo exagerado al atender elecciones federales, locales, controversias, fiscalización de recursos y validación de la democracia participativa, como la es la evaluación de las miles de firmas de iniciativas ciudadanas o consultas ciudadanas; “con el debilitamiento de los institutos locales electorales acotados en sus atribuciones, el INE carga además con la maltrecha, confusa, forzada y artificial reforma política de la Ciudad de México, esforzándose para llegar a los ciudadanos de la capital y elegir una asamblea constituyente que no naufrague el cinco de junio”, señala.