Más de 30 mil niños han probado tres tipos de drogas

Se calcula que eran 30 mil 500 niños los que en 2014, al momento de levantar la Encuesta Nacional sobre Consumo de Drogas en Estudiantes, representaban el bloque duro de usuarios de sustancias prohibidas en las primarias del país. Alumnos de 5° y 6° grado que reportaron haber consumido tanto mariguana, como solventes y también otras drogas.

Tres drogas diferentes en su historial antes de los 13 años. Los datos de la propia encuesta hacen ver que estos niños no destacan por las carencias económicas que ven en su hogar.

Ambos grupos, los que han consumido tres o más tipos de drogas y los que no han consumido ninguna, reportan en forma similar su percepción sobre la falta de recursos para pagar comida, transporte o las cuentas familiares.

Los niños duros, los que han experimentado con tres o más drogas, tampoco provienen de entornos familiares particularmente disfuncionales. La falta del padre o la madre en el hogar no es un factor distintivo en algún grupo infantil consumidor de drogas.

UNA ENCUESTA A DETALLE. La Encuesta Nacional sobre Consumo de Drogas en Estudiantes 2014, realizada por la Secretaría de Salud, es el instrumento más preciso para rastrear hábitos de menores de edad en torno a sustancias ilegales.

Su metodología, en caso de que continúe aplicándose en forma similar en los próximos años, permitirá un registro detallado del aumento o disminución del consumo de drogas en las primarias del país. Si bien, la Secretaría de Salud reportó algunos datos a escala estatal, en realidad es el cálculo a escala nacional el que adquiere mayor relevancia por su precisión.

Los resultados de la Encuesta, procesados por Crónica, indican que el grupo de consumidores duros en primaria representa apenas el 1 por ciento del total de niños en 5° y 6° grado, pero más allá de su peso relativo, es un grupo singular por haber reportado el consumo de un abanico amplio de drogas, además de que sus respuestas en torno al acceso y al uso de drogas muestra consistencia, es decir, no se contradicen de manera tal que hagan sospechar que están mintiendo.

Hay 7 mil alumnos más que también aseveraron haber utilizado más de dos sustancias ilegales, pero en algún punto de la encuesta se contradijeron y reportaron que en realidad no habían accedido a ellas o no las habían consumido.

Por ello, los 30 mil 512 niños (el cálculo puntual de niños que han consumido mariguana, inhalado solventes y probado alguna otra sustancia prohibida con intención de drogarse) ya está libre de casos dudosos.

En conjunto, estos menores usan 51 nombres diferentes para referirse a las drogas a las que han tenido acceso.

De entre estos niños duros, el 61 por ciento juzga que es probable o muy probable que vuelva a consumir alguna droga. Los menores que aseveran tajantemente que no volverán a probarlas en el futuro están en minoría: sólo uno de cada tres. Los demás, se reservan esta respuesta.

Se trata de niños que tuvieron continuidad escolar, no hay sino 2 por ciento que suspendieron sus estudios un año antes y, en general, tienen la edad propia al 5° y 6° año de primaria.

Menos del 7 por ciento estaba viviendo en un hogar sin presencia de la madre y el doble de este porcentaje no vive con el padre.

Pero la presencia de los padres en casa es difícil de interpretar de bote pronto. El índice de ausencia paterna en el universo de los alumnos que cursan los dos últimos años de primaria se eleva al 21 por ciento. Considerando solamente a los niños que declaran haber consumido drogas, el índice de ausencia paterna se mantiene en el mismo nivel.

El índice de ausencia de la madre tampoco marca una diferencia sustancial entre los niños duros, los que sólo han consumido un tipo de droga (mariguana) y los que no la han consumido ninguna. En todos los casos el índice de ausencia materna está entre el 5 por ciento y el 7 por ciento.

Como se comentó previamente, la encuesta rastreó también hasta dónde estos infantes perciben carencias económicas en sus casas. El resultado es que 9 de cada 10 de estos niños (sin presentarse diferencias entre los que han consumido drogas y los que no) tienen la percepción de que en su casa hay problemas, al menos de vez en vez, para pagar cuentas, pasajes y otras necesidades cotidianas.

Un índice muy elevado, pero similar o menor al de los niños que declaran no haber consumido drogas.

EL ALCOHOL Y EL CIGARRO. Los niños del grupo duro, en general, han consumido también cigarros y alcohol. Ese sí es un rasgo distintivo en ellos, de acuerdo de la Encuesta Nacional sobre Consumo de Drogas en Estudiantes 2014.

A diferencia del grupo duro, los niños que no probaron drogas, tendieron a evitar los cigarros o el alcohol.

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