Se vendía por 300 pesos

Para ella parecía un juego. Coqueteaba. Sonreía. Era la hora de obtener algo de dinero y su andar desinhibido se dirigía a cualquier postor. ¿El mejor? No siempre, pero ahí estaba Any, siempre en la Plaza Manuel Acuña, también llamada de los “pájaros caídos”, en Saltillo, Coahuila, jugando a ser meretriz a sus 16 años.

Ahí pactaba el intercambio de placer con sus ‘clientes’ por 300 pesos, destacó el diario Vanguardia en su nota “La niña del moño rojo que juega a ser prostituta en el centro de Saltillo”. Un caso perdido para muchos de los que la ubican, una víctima de la falta de un guía, para otros.

Vámonos pa’ arriba, nomás que… van a ser 300 pesos, con condón… eh wey … 300 y me haces lo que quieras… ¿Sí?, ¿vamos?”, era el guión ante sus clientes, la mayoría señores desalineados, mal olientes, sucios…

Vaya juego el de Any, jugando con Don Destino, a ser contagiada por alguna enfermedad venérea, VIH/SIDA. Quería evadirse de su realidad entre extraños con algunos toques de Resistol 5000.

Así era el día a día de Any, al menos hasta ayer por la noche que fue ubicada por las autoridades municipales y canalizada a la Procuraduría de los Niños, Niñas y la Familia.

Nosotros revisamos nuestros archivos y ella ya tiene cinco ingresos con nosotros, la atendió ayer la psicóloga y el psicólogo, con el psicólogo aceptó dedicarse a la prostitución; de hecho cada vez que llega con nosotros las mentiras son muy recurrentes”, señaló a Vanguardia Patricia Moreno Domínguez, coordinadora de la Unidad Especializada de la Policía en la Atención a la Violencia Familiar.