Con la idea emprender una empresa que ofrezca a los tabasqueños la posibilidad de saborear una bebida mientras se refrescan del calor del trópico húmedo, y tras realizar un estudio de mercado, los hermanos Karina y Andrés Hernández Córdova crearon el proyecto innovador Pozolazo.
Es un negocio familiar producto del esfuerzo, de alianzas con otras empresas, a fin de concretar un trabajo en equipo, el cual genera fuentes de empleo, expresó Karina Hernández Córdova.
Destacó que al ser el pozol una bebida típica del estado, lo consideraron materia prima de su micronegocio, por lo que después de casi medio año en diseño de imagen, y de encontrar el equilibrio entre el cacao y la canela, entre otros elementos, que le dieran el sabor deseado, se concretó el concepto.
Luego de agradecer el apoyo de la Secretaría de Desarrollo Económico y Turismo (SDET), Andrés Hernández Córdova explicó que para desarrollar la microempresa Pozolazo efectuaron un estudio de mercado, planearon el tamaño de la unidad móvil y sus componentes, así como el color del logotipo y tipografía, entre otros detalles.
Subrayó que la primera sucursal se instaló en Comalcalco, con una inversión inicial de 20 mil pesos, y en Villahermosa, en Paraíso Helado, de Plaza Farole, ubicada en Tabasco 2000.
Dijo que en el proyecto han invertido alrededor de 500 mil pesos en infraestructura, entre enfriadores, embotelladora, equipos móviles adaptados con llantas de bicicletas y uniformes de trabajadores.
Agregó que dentro de sus planes de expansión está crear instalar sitios más en la capital tabasqueña, además de avanzar en la industrialización de la embotelladora, para consolidar la distribución del producto en mercados de otros estados.