La lucha emprendida en Tabasco por un desarrollo social justo que disminuya en forma consistente desigualdades, pobreza, marginación e insalubridad, permitió que en la primera parte del sexenio se aplicaran alrededor de 825 millones de pesos para revertir carencias y garantizar el acceso a servicios básicos en viviendas de las familias más necesitadas de la entidad.
La Secretaría de Desarrollo Social (SDS) informó que en coordinación con instancias federales y municipales, en el periodo 2013-2015 se emprendieron acciones para introducir, ampliar y modernizar sistemas de agua potable, drenaje y saneamiento; equipar con fogones ecológicos a los hogares ubicadas en sectores de alta marginación, y mejorar las redes de distribución de electricidad.
Las tareas, financiadas con recursos del Fondo de Infraestructura Social para las Entidades (FISE), Programa de Infraestructura Indígena (PROII) –antes Programa de Infraestructura Básica para la Atención de los Pueblos Indígenas (PIBAI)–, y el Programa para el Desarrollo de las Zonas Prioritarias (PDZP), impactaron en beneficio de más de 202 mil tabasqueños asentados en 227 localidades de 16 municipios.
Las demarcaciones atendidas fueron Balancán, Cárdenas, Centla, Centro, Comalcalco, Cunduacán, Emiliano Zapata, Huimanguillo, Jalapa, Jonuta, Macuspana, Nacajuca, Paraíso, Tacotalpa, Teapa y Tenosique.
La SDS informó que aunque en 2013, primer año de gobierno de Arturo Núñez Jiménez, esta dependencia estatal –de reciente creación– no contó con recursos propios para operar programas sociales, los esfuerzos de combate a la pobreza fueron enfocados a través del desarrollo de acciones de infraestructura social básica.
Esta determinación –abundó– llevó a emprender gestiones ante instancias federales que permitieron la conformación de una bolsa aproximada de 250 millones de pesos, de los que un gran porcentaje se empleó para obras de alcance regional o intermunicipal en materia de agua potable y saneamiento, pero también de caminos, puentes y salud.