La representante de Tacotalpa en esta Feria Tabasco 2016 ha demostrado ser una guerrera y en redes expuso su experiencia para compartirla con los tabasqueños.
Aquí su experiencia:
El pasado ni puedo ni quiero cambiarlo pues al hacerlo seguro estaría tratando de eliminar momentos importantes de mi existencia y que han sido motivo y razón de la mujer que soy.
La inocencia que nos permite la etapa de la niñez pasó en mi vida plena del cariño, amor y comprensión de mi familia. Siempre acompañada, siempre protegida. Pero los años pasan y con estos, se presentaron cambios que afectaron mi autoestima y entonces, conocí la crueldad, el acoso y la burla que fue haciéndose constante de tal manera, que si no hubiera tenido la fortaleza y templanza necesarias, ya hubiera caído en un abismo, del cual dicen, es difícil salir y que a algunos, los lleva, incluso, hasta la muerte.
Hoy, gracias a las redes sociales, de todos es conocido que hace apenas dos años, fui una joven con 114 kilos en 1.60 de estatura.
A los 18 años cansada de estar cansada y harta de comentarios y burlas mal intencionadas, inicié un proceso para darle un giro a mi persona. Me convertí en una guerrera, en una luchadora contra el sobrepeso.
Pensé que había ganado la guerra después de tantas batallas en las que he llorado, he sufrido pero que he superado con esfuerzo y tesón.
Cuando me invitaron a representar a mi municipio, lo acepté con entusiasmo no sólo porque amo a Tacotalpa, sino porque lo vi como un estímulo a estos meses de lucha, para afianzar mi confianza y mostrar a esta Valeria con un cariz distinto, nuevo, sin el fantasma que desde la infancia me había perseguido. Y sin embargo la crueldad, característica de nuestra raza, no se hizo esperar. Las mentes escondidas tras el anonimato dieron rienda suelta a su morbosidad y vileza tratando con sus comentarios, hacerme claudicar. ¡Qué equivocados!
Pues NO, NO LO HAN CONSEGUIDO porque ya no soy la perspectiva a su realidad perversa y enfermiza, porque sus memes y posteos más que hacerme sentir mal, son el constante recordatorio de que mi SALUD es lo primero, que ya no me duelen las piernas, que ya no me fatigo y que más que nunca estoy orgullosa de lo que he logrado, porque estoy convencida que está, es la Valeria que quiero ser.
No exijo que me comprendan, pero sí que me respeten.
Gracias a mis padres, a mis hermanas, a mi familia y amigos que no dejan de darme ánimo para seguir adelante! … GRACIAS!!
Así culminó una de las 17 representantes para la Flor de Oro 2016, y sin duda un ejemplo a seguir para muchas personas en la lucha por tener una vida plena y feliz.