Hay niños que siempre serán niños no sólo por su físico si no por el tamaño de sus pensamientos y de su corazón. Sheila Cristel Hernández Pérez es uno de los casos de enanismo que se presentan en 1 de cada 20 mil niños en México, su condición no la limita a pensar en grande así como arropar a sus padres con sus pequeños brazos.
Sheila tiene 11 años aunque parece de 7 y su inocencia de 5, recorre las calles de la Zona Luz con los pies, piernas y brazos hinchados, las miradas no la inquietan, la luz del sol que calienta a 40 grados ilumina sus pensamientos que precisamente están en su preparación académica, ya que sueña con algún día ser contadora.
Camina junto a su padre, don Román Hernández Patricio, a su paso se encuentran el póster de Julieta Campos Jiménez quien una noche antes fuera coronada como la Flor Tabasco 2016, misma que la inspira a algún día participar en un evento como ese o similar, ya que de vez en cuando entrena el modelaje usando como pasarela el piso de tierra de su casa.
En el marco del Día del Niño, lo único que desea Sheila es que se le trate igual que un niño normal sin que la vean diferente, ya que en su actual escuela primaria Emiliano Zapata de la Ranchería Medellín y Pigua Tercera Sección, hay una par de alumnos que tratan de hacerla menos por su condición, por lo cual aprovecha este medio para hacer un llamado a la Secretaría de Educación.