No era una pesadilla. Jaime Medrano Gutiérrez quedó impactado al ingresar a su casa: Sobre un charco de sangre se encontraba su esposa Amalia Palomares Alvarado, a un costado, su hijo Jesús Guadalupe Medrano Alvarado con un cuchillo en la mano sacando uno de los ojos a su madre…
La mujer de 44 años había recibido al menos 40 puñaladas en el rostro y cuerpo, estaba complemente desfigurada y semidesnuda sobre el piso. La escena dantesca la completaba una mujer de edad avanzada en una silla de ruedas, era la abuela, con el rostro inclinado y ya sin los ojos y sin las orejas… Mientras, Jesús se carcajeaba.
De pronto el homicida se abalanzó sobre su padre, trataba de asesinarlo, pero Jaime lo contuvo, forcejeó con él por varios minutos hasta que llegó la policía, que había recibido una llamada alertando sobre gritos de auxilio al interior del domicilio ubicado en calle Fernando Montes de Oca número 916 de la colonia Niños Héroes, en Río Bravo, Tamaulipas.
Pronto lograron detener al joven de 18 años y surgió la pregunta:
¿Por qué lo hiciste, qué te pasa?
El silencio envolvió la casa… Una carcajada más de Jesús y su versión surgió:
Me lo ordenó mi padrino”, respondió y nuevamente esa carcajada.
¿Quién es tu padrino?”.
Mi padrino es el diablo… el diablo me ordenó sacar los ojos a mi mamá y mi abuelita”.
Jesús Guadalupe Medrano Alvarado quedó detenido y a disposición de la autoridad competente.