Indignación, rabia y coraje existe entre los más de 3 mil pobladores de Iquinuapa en contra el alcalde Francisco Javier Cabrera Sandoval, quien el pasado martes utilizó a la policía para saquear y desalojar violentamente un depósito de cerveza, empleando gas lacrimógeno a diestra y siniestra sin importar si había niños recién nacidos.
Fueron muchas las familias afectadas por el gas lacrimógeno que usaron los policías y un numeroso grupo de vándalos vestidos de civiles, declaró una persona non grata al edil perredista. Razón por la cual ayer mismo interpusieron una demanda penal ante la agencia del Ministerio Público, en contra del alcalde y el director de Seguridad Pública, Javier Reyes Palomeque.
“Aquí no vuelve a poner los pies el mal encarado y prepotente Cabrera Sandoval. Primero tendrá que pasar sobre nuestros cadáveres”, advirtieron enérgicos los habitantes.
EL ANTECEDENTE
El pasado martes se registró un enfrentamiento entre pobladores de Iquinuapa y la policía municipal de Jalpa de Méndez la cual llegó a desalojar un depósito que no cumplía con los permisos para operar y que una noche antes habían intentado confiscar 105 cartones de cerveza, sin éxito por la resistencia de los pobladores.
Fue el medio día del miércoles cuando un camión repleto de uniformados irrumpió en el local rompiendo candados y dañando las instalaciones para poder llevarse los cartones de cerveza sin embargo los pobladores ya estaban alerta, ya que también intentaban cerrar una farmacia que brinda precios bajos a la comunidad, motivo que los inconformó.
Doña Concepción Escalante Acosta, madre del dueño del depósito “El Siete Leguas” Arturo García Escalante, declaró que todo fue una mala interpretación y desesperación del Ayuntamiento de Jalpa y su coordinación de reglamento municipal a cargo de Adeluvia Pérez Trinidad, ya que el depósito sí cuenta con los permisos para operar, sólo que el papel que lo avala tuvo un retraso en su expedición.
El saldo fueron dos detenidos, lesionados por parte de ambos bandos, daños materiales al local de doña María Elizabeth Alejandro Izquierdo quien argumentó que ya acudieron ante la Fiscalía General del Estado a interponer la demanda contra Francisco Javier Cabrera Sandoval y contra quienes resulten responsables de los delitos de allanamiento de morada, daños a propiedad ajena, abuso de autoridad, robo, daños a propiedad ajena y los que resulten.
BENEFICIO FAMILIAR
Una de las inconformidades que provocó que los pobladores de Iquinuapa encararan a los policías municipales, fue el intento de parte de la Coordinadora de Reglamento Municipal, Adeluvia Pérez Trinidad de cerrar la Farmacia Unión que opera en esa localidad y que brinda mejores precios y ofertas a los ciudadanos.
Y es que los mismos pobladores como Antonio Vázquez Córdova señalan que justo frente a la farmacia Unión se encuentra una farmacia que presuntamente responde a intereses de familiares y conocidos del alcalde Francisco Javier Cabrera Sandoval.
Se trata de la droguería “Farma Salud”, la que supuestamente responde a los intereses del alcalde y que ha perdido clientes ya que la gente prefiere la economía y ofertas de la Farmacia Unión.
Don José del Carmen Pérez López señaló que el querer cerrar la Farmacia Unión sería frenar el desarrollo del pueblo, ya que los habitantes ya no tienen que ir hasta la cabecera municipal del municipio para conseguir algún medicamento que no se encuentre en la otra droguería.
POLICÍAS “PATITO”
Los habitantes como don Melchor Córdova Arias acusó que vio y constató que dentro de los policías que arribaron a Iquinuapa a amedrentar a la gente había algunos vándalos disfrazados y contratados por el alcalde Francisco Javier Cabrera Sandoval.
Los pobladores detallaron que identificaron a varios conocidos de otras localidades que no pertenecen a la Policía Municipal y a quienes les comentaron: “Viejo por qué te prestas a esto” y les respondieron “Es que nos están pagando por hacerlo”, expresaron los pobladores como Don Melchor.
NIÑOS, LAS VÍCTIMAS
“Yo lo que hice fue bañar a mis niños quienes no paraban de llorar porque tenían su piel y ojos rojos por el gas lacrimógeno que se filtró a nuestro domicilio” relató una de las vecinas del depósito “El Siete Leguas” en donde la policía municipal roció gas lacrimógeno para dispersar a los pobladores que minutos antes los habían confrontado por querer realizar cierres arbitrarios a negocios de la localidad.
Doña Cristina Domínguez Alejandro es abuela de tres de los niños intoxicados con gas lacrimógeno, entre ellos un bebé de apenas 1 mes de nacido, por lo que responsabilizó al alcalde Francisco Javier Cabrera Sandoval de las complicaciones de salud que el recién nacido o cualquiera de sus otros dos nietos de 4 y 8 años de edad puedan presentar.
“Yo les dije a los policías que cualquier cosa que le pase a mis niños voy directamente contra el alcalde Cabrera Sandoval, quien mandó a atropellar a la ciudadanía” detalló doña Cristina Domínguez.
Y es que hubieron otros cinco niños afectados por el gas: de 1, 2 y otro par de 5 años de edad, además de otro recién nacido de dos meses que iba pasando en el carro de sus padres a la hora de la trifulca.
ROBOS IMPARABLES
Mientras la policía municipal de Jalpa de Méndez se enfrentaba con los pobladores de Iquinuapa por órdenes del alcalde Francisco Javier Cabrera Sandoval, a unos 500 metros en el sector El Clavo, 4 sujetos a bordo de dos motocicletas atracaban la tienda de Abarrotes Karina llevándose 15 mil pesos, que el propietario de la tienda Rosario García García había apartado para pagar a un proveedor.
El propietario de “El Clavo” manifestó que lamentablemente el acalde prefiere usar a la policía para agredir al pueblo y no para cuidar a la ciudadanía, pues aunque afortunadamente no sufrió daño físico si tuvo que perder ese patrimonio que era para pagar compromisos.
Ahora don Rosario García realiza sus ventas tras las rejas que su local y está pensando después 40 años sólo dar servicio hasta las 2 o 4 de la tarde.
CIFRA
15 mil pesos robaron mientras los policías se ocupaban de atacar a los habitantes