En el sistema lagunar Carmen-Pajonal-Machona, se extraen cerca de 15 mil toneladas anuales de ostión, que representan el 45 por ciento del total de las 21 mil toneladas de ostras que produce Tabasco.
Este cuerpo lacustre nace en territorio del municipio de Cárdenas y se extiende hasta la Barra de Tupilco, abarcando una superficie de 4 mil hectáreas, donde se concentra el mayor número de pescadores y grupos, en total 826 socios conformados en nueve organizaciones, según el Sistema de Información Pesquera consultado por Novedades de Tabasco.
Por años el gobierno estatal ha realizado múltiples esfuerzos para mantener activo este núcleo pesquero que ha servido como punta de lanza para lograr que la entidad se mantenga como lo que es hoy, el productor número uno de ostión a nivel nacional con 21 mil toneladas.
La tarea no ha sido nada fácil, para ello no sólo se ha tenido que luchar contras las malas decisiones políticas que permitieron que en 1975, la entonces Secretaría de Recursos Hidráulicos ordenara se abriera artificialmente la Boca de Panteones, para establecer una comunicación directa entre la laguna Machona y el Golfo de México.
Según asienta el investigador Jesús Antonio Arias Guerra, en su estudio “Impacto del Desarrollo en el Medio Natural del Sistema Lagunar Carmen-Pajonal-Machona”, como resultado de esta alteración se llevó a cabo un cambio en el régimen hidrodinámico e hidroquímico que modifica substancialmente las condiciones sedimentológicas, biológicas y económicas. La finalidad de la apertura de este canal fue establecer condiciones más salubres en la laguna de La Machona, ya que está poseía condiciones dulces acuícolas durante gran parte del año, y así lograr aumentar la producción de ostión.
EL ENEMIGO NEGRO
Para desgracia, ahora los productores de la zona se enfrentan a la amenaza que representa Petróleos Mexicanos (Pemex), quien tiene la autorización de Semarnat de reactivar un mega-proyecto estratégico denominado «Guadalupe – Puerto Ceiba», que abarca los municipios de la región de La Chontalpa así como parte de Centro y concentra mil 647 obras a desarrollar, entre las más importantes ocho prospecciones sismológicas, 60 pozos exploratorios, 265 acciones de construcción, acondicionamiento y ampliación de localizaciones para la perforación de pozos, 65 cabezales, instalación de 325 líneas de descarga, 110 líneas de bombeo neumático, 62 gasoductos, 120 oleogasoductos, 62 oleoductos y 380 acciones de reposición de ductos.
Lo anterior con el propósito de incrementar la producción que en los últimos dos años viene en declive, pese al impacto ecológico que pudieran ocasionar en zonas protegidas como los Pantanos de Centla o donde se desarrollan actividades agrícolas y ganaderas, así como en los sistemas lagunares mencionados.
Según los propios pescadores desde 2012 hay actividades de exploración en la región, como parte del proyecto de perforación de un conjunto de ocho nuevos pozos petroleros en la zona, ya que para llevarlo a cabo, la petrolera requiere transitar por la Barra de Panteones, del mar hacia la laguna para ingresar maquinaria de perforación, no obstante los productores advierten que la pesca y ostricultura está condenada a desaparecer si no se hace nada para frenar el avance de la petrolera.
José Francisco Iracheta Martínez, subsecretario de pesca en la dependencia estatal, señaló que en el sistema lagunar Carmen-Pajonal-Machona, la producción es cercana a las de 15 mil toneladas, con un costo posible de 150 millones de pesos, para beneficio de casi 5 mil familias de la zona.