Arqueólogos del INAH plantean la hipótesis que debajo del Templo de las Inscripciones, edificio monumental ubicado en la zona arqueológica de Palenque, Chiapas, existe un manantial y que este cuerpo de agua originó la construcción de un gran canal que simboliza el camino que el gobernante K’nich Janaab’ Pakal debió seguir para entrar al inframundo. Así lo dio a conocer Arnoldo González Cruz, al anunciar el hallazgo de un sistema hidráulico de 17 metros de largo y 2.70 metros de profundidad en la zona.
De acuerdo con el arqueólogo, en 2012 cuando realizaron pozos de sondeo al pie del Templo de las Inscripciones como parte de trabajos de conservación arquitectónica, descubrieron un canal construido con hileras de grandes piedras talladas, acomodadas horizontalmente y unidas entre una y otra con rajuelas y arcilla.
Este canal principal que tiene otras ramificaciones, también corre por debajo de la cámara funeraria del gobernante maya Pakal, hallada en 1952 por Alberto Ruz Lhuillier y considerado el monumento funerario más importante de Mesoamérica.
Arnoldo González Cruz explicó que este manantial fue el motivo de la planeación de la construcción del Templo de las Inscripciones y la colocación de la tumba de Pakal, hipótesis que se sustenta en el reciente análisis jeroglífico de dos orejeras halladas en la tumba de dicho gobernante maya.
“En parte del texto se relata que al entrar en el camino, el dios Chaac —asociado al agua— guió al muerto hacia el inframundo sumergiéndose en el agua para que sea recibido ahí por el dios del inframundo. Entonces, esta interpretación de las orejeras pone en claro que el agua que se menciona puede ser el manantial que da origen a este sistema de canales y que representa de manera simbólica el camino por el que Pakal transita al inframundo”, detalló.
Una interpretación de este hallazgo, indicó, es que mucho antes de que se proyectara el Templo de las Inscripciones y debido a la profundidad en que se encuentra y la longitud aproximada que tiene (17 metros), “nos hace suponer que los canales pasan por debajo de la misma cámara funeraria, entonces su construcción y diseño debió estar determinado como una forma de drenar de agua de lluvia”.
Pero otra hipótesis, es que el sistema hidráulico se relaciona con la presencia de un arroyo subterráneo sobre el que fue construido la tumba y el templo mismo, sin embargo, “también debemos considerar que los antiguos mayas debieron diseñar tal sistema hidráulico para recrear metafóricamente el camino que condujera a Pakal a las aguas del inframundo”, explicó González Cruz.
OBRAS DE PAKAL
Este sistema hidráulico se construyó en las primeras décadas del siglo VII de nuestra era, es decir, antes de la construcción de la pirámide principal del recinto, mejor conocida como Templo de las Inscripciones y cuando Pakal aún vivía.
“No cabe duda de que K’nich Janaab’ Pakal fue el sabio que proyectó este plan arquitectónico, porque fue durante su reinado (615-683 d.C.) cuando comenzó la construcción del Templo de las Inscripciones, una edificación funeraria que concluiría su hijo, K’nich Kan B’ahlam, en el lapso que duró en el trono de Palenque o Lakamha’ (lugar de las grandes aguas) entre los años 683 y 702 d.C.”, explicó el arqueólogo.
El sistema hidráulico descubierto tiene un canal principal con una orientación de norte a sur, lo que permite drenar el Templo de las Inscripciones, a 2.70 metros de profundidad, hacia una plaza que está frente al edificio monumental. En su dirección sur, añadió el arqueólogo, el canal principal sigue una línea recta hasta los 9 metros, en donde se ensancha y forma un rectángulo a manera de vertedero, de 80 por 90 y 60 centímetros.
“En el extremo sureste del vertedero existe la desembocadura de un segundo canal, de 40 por 20 centímetros, que corre paralelamente al primero, pero con un nivel más alto: 20 centímetros por encima, y cuyas aguas se unen al canal principal”, precisó.
Por su parte, comentó, el canal principal continúa su trayecto en dirección suroeste, sobresaliendo a unos 3 metros otra abertura cuadrada, situada en la parte superior de la cubierta cuyo fondo se ensancha y corre paralelo a la avenida principal.
“Hacia el norte, el canal principal aborda la plaza y pasa frente al templo 11, aunque no sabemos su destino final pero es posible que concluya en el conjunto arquitectónico denominado Grupo J y que parte de sus aguas alimenten al arroyo Bernasconi”.
INFRAMUNDO
Para los mayas, la muerte era considerada el umbral hacia el inframundo y uno de los caminos utilizados para llegar a ésta, era a través del agua, indicó González Cruz. “La relación entre la tumba de un personaje y el agua no es un dato nuevo, la epigrafía, la arqueología e iconografía han aportado información de dicha asociación”, dijo.
Además de las orejeras depositadas en la cámara funeraria de Pakal, la relación entre agua y gobernantes en Palenque, está presente en el Tablero XIV donde se muestra a dos gobernantes muertos ubicados sobre tres bandas acuáticas, la Estela 4 de Yaxha y el glifo och b’ in.
Por último, Arnoldo González Cruz señaló que para corroborar su hipótesis, es necesario tener tecnología que haga un reconocimiento minucioso. “Nos falta tener un robot como el que se usó en Teotihuacán, para buscar los orígenes del agua, saber en dónde termina”.