Hillary Clinton, tras aceptar la nominación demócrata en la Convención de Filadelfia.

Hillary Clinton, la candidata de todo lo que Trump detesta

Hillary Clinton aceptó ayer la candidatura presidencial demócrata y lo hizo marcando que lo que está en juego son dos modelos radicalmente diferentes de cómo debe ser gobernado Estados Unidos: por un lado, el pesimismo, la intolerancia y la fuerza, que propugna su adversario, el republicano Donald Trump, y por otro, la inclusión y el optimismo que defiende ella.

“Acepto la nominación como presidenta de Estados Unidos”, dijo ante la ovación cerrada de los miles de asistentes, que presenciaron en directo el momento histórico en el que, por primera vez, una mujer aceptaba el reto de luchar por la Casa Blanca por uno de los dos grandes partidos.

Prometió que si en noviembre gana las elecciones será la presidenta de “todos” los estadunidenses, “de demócratas, independientes y republicanos”, tanto de los que voten por ella como de los que no lo hagan.

Guiño a sanderistas. Al inicio de su discurso, se dirigió a los seguidores de su rival en las primarias, el senador Bernie Sanders, a quienes aseguró: “Su causa es nuestra causa. Inspiró a millones”.

Clinton dijo que EU necesita las “energías” y la “pasión” que han volcado los seguidores del senador en su campaña, y lanzó promesas como la igualdad salarial para las mujeres, mejores condiciones laborales para la golpeada clase media y una educación superior menos costosa.

Ataques a Trump. Sobre su rival republicano, Clinton dijo que “quiere dividirnos del resto del mundo, y quiere dividirnos entre nosotros”.

“No construiremos un muro”, afirmó Clinton en referencia al que quiere edificar Trump en la frontera con México y agregó que, en lugar de eso, construirá “una economía donde todo el mundo que quiera un trabajo bien pagado pueda tener uno”.

Se burló además de su lema de campaña. “Habla mucho de poner a Estados Unidos Primero. Por favor, explíquenme qué parte de EU quiere poner primero” y recordó que sus empresas “hacen corbatas Trump en China, no en Colorado, trajes Trump en México, no en Michigan, muebles Trump en Turquía y no en Ohio, marcos Trump en la India en vez de Wisconsin”.

“Donald Trump dice que quiere volver a hacer grande a EU. Pues bien, podría empezar por hacer cosas en EU de nuevo”.

Sobre la experiencia en política exterior, declaró: “Imagínenselo en la Casa Blanca afrontando una crisis de verdad. Un hombre al que puedes hacer morder el anzuelo con un tuit no es un hombre al que podamos confiar nuestras armas nucleares”

Promesa migratoria. En otro guiño, esta vez dirigido a la minoría latina, declaró que “cuando tenemos millones de inmigrantes que trabajan duro y contribuyen a nuestra economía, sería inhumano expulsarlos. Una reforma migratoria integral hará crecer nuestra economía y mantendrá a las familias juntas. Es lo que debemos hacer”.

También denunció el “racismo sistémico” que sufren las comunidades negra y latina, al prometer una reforma del sistema judicial y un mayor control de las armas.

“Tenemos que curar las divisiones en nuestro país”, declaró Clinton, y subrayó: “Me niego a creer que no somos capaces de encontrar puntos en común. Tenemos que curar las divisiones en nuestro país. No solo en materia de armas, también sobre la raza y la inmigración”.

Con el auditorio puesto en pie concluyó: “Después de todo, cuando no hay techo el cielo es nuestro límite”.

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