Nuevamente las fuerzas policiales se trasladan al centro de internamiento para menores infractores donde reportan fuga de internos.
Esto ocurre cinco días después de que ocurrió el primer desmán donde los internos indicaban malos tratos y mala alimentación.
En aquella ocasión el saldo del motín donde los internos manifestaron con pintas «guerra quieren, guerra tienen» dejó como saldo dos policías lesionados, cuatro trabajadores intoxicados y cinco jóvenes policías policontundidos.
Por la riña pasada la Fiscalía General del Estado realizaba las investigaciones para conocer las causas de este motín.
Mientras que el director general de prevención y reinserción social Arturo Maldonado Pulgar «se escudó» señalando que los chamacos ahí internos eran tratados bajo los protocolos marcados por derechos humanos.