La ofensiva lanzada por el régimen sirio contra las milicias kurdas que luchan junto a Estados Unidos (EU) contra el autodenominado Estado Islámico (EI) amenaza con dar un vuelco a la guerra.
Washington ha desplegado aviones de combate en defensa de sus aliados y de las fuerzas especiales norteamericanas que les apoyan sobre el terreno en el noreste del país.
Dos cazas F-22 llegaron a situarse el viernes a menos de dos kilómetros de dos cazabombarderos sirios Sujói-24, informó el Pentágono.
Gracias a la cobertura aérea de la coalición internacional encabezada por EU, los combatientes kurdos de Siria e Irak se han convertido en fuerzas determinantes en batallas que han marcado el retroceso del califato yihadista.
Antes de que los aparatos sirios entraran en contacto directo con los F-22 de la coalición internacional, sus pilotos se retiraron a sus bases, y a pesar de las advertencias del Pentágono, el Gobierno de Damasco volvió a enviar el sábado más aviones de combate a sobrevolar la zona, según constató la red de información del Observatorio Sirio de Derechos Humanos.