Por: María Elodia Zurita Argáez
-No mami, no me cuentes más esos cuentos de brujas. Las brujas ya no existen-
-¡Ah bueno! ¿Ya no quieres que te cuente lo que le paso a Hanzel y Gretel?-
-¡No! No creo en las brujas, ya soy un poco grande, ya voy ir a la primaria, y creo que las brujas no existen-
Mami se quedó muy pensativa ¿Y ahora? Resulta que Margarita, era la ultima de su hijas, la más pequeña, la más mimada, pero era también las más difícil, no es que fuera difícil, es que le había tocado otro tiempo, la tecnología lo había abarcado todo, yo creo que estaba más informada que ella misma y eso a sus escasos cinco años, manejaba la tecnología mejor que su propia madre. Mami recordó lo fácil que había resultado enseñarles precaución a las anteriores, solo tenía que decirles no andes tarde porque te puede aparecer la llorona, no entres en cualquier casa ¡Esa señora puede ser una bruja! Como la de Hanzel y Gretel ¿Te acuerdas? Se comía a los niños y tan, tan sin preocupaciones, las niñas tenían un poco de ese miedo que podría alejarlas del peligro, pero, ¿Y ahora? ¿Cómo le iba a hacer? Su pequeña hija, las pequeñita, la chiquitita, era una niña del nuevo milenio, audaz, intrépida, que no iba a ver manera de inculcarle ese poquito de temor necesario.
Pero como toda madre que no se rinde ante la adversidad y que no claudica ante su misión de proteger a sus hijos aun en contra ellos mismos: solo necesito un momento, aspiro con fuerza, absorbiendo todas las ideas que el oxígeno del entorno pudiera proporcionarle a su desesperado y preocupado cerebro.
-¡Te equivocas mi querida hijita! ¡Las brujas si existen! y ¡Los monstruos también existen! ¡Los carroñeros que andan en busca de carne humana para devorar. ¡Si existen! Lo que ha pasado es que han cambiado de forma, han cambiado su presentación, ellos también se han adaptado a estos nuevos tiempos y a la tecnología: pero son los mismos y hacen lo mismo y ¿Sabes dónde los encuentras? Los encuentras en la red, en la internet, en el Facebook, se disfrazan de amigos, cariñosos y comprensivos, que te entienden y hablan contigo, te ofrecen una dulce y cariñosa amistad para luego robarte el alma, fingen que les importas y hasta que te quieren, pero en realidad buscan robarte tu inocencia, tu sabes que las brujas se alimentan de la inocencia de los niños, eso las hace fuerte, entre más inocencias roben más indestructibles se harán. Estas nuevas brujas son igual de malas que las de antes y hacen lo mismo, te engatusan, te ofrecen cosas buenas, te ponen una trampa y luego ¡Zas! Te atrapan. ¡Ah! Y otra cosa pueden estar en todos lados, por eso hay que tener cuidado, mucho cuidado! -mami exhaló y descansó al ver la expresión azorada en los grandes ojos de su pequeñita y pensó “misión cumplida”.