Una botella de vodka y 100 rublos fue lo que pidió una mujer a un sujeto por su hija. Los bajos instintos del sujeto lo llevaron a abusar sexualmente de la menor de 10 años de edad, estando su madre presente.
De acuerdo con el diario Mirror, tras cometer la violación, el agresor dejó ir a la niña, quien fue encontrada llorando, vagando por las calles.
Gracias a la asistencia de una persona, se llamó a los servicios de emergencia, quienes junto con elementos de la policía se trasladaron a Khabarovsk, en Rusia.
La menor fue llevada al hospital, donde se confirmó que la niña había sufrido abuso. Luego de la revisión, relató lo sucedido y las autoridades se dirigieron al domicilio del agresor, quien argumentó que la madre de la niña la había vendido y él podía hacer lo que quisiera con ella.
Sobre la madre de la menor, se dijo que se trasladó a Avan, donde los habitantes de la población la habían golpeado.