La cifra de inmigrantes indocumentados que cruzó la frontera entre México y Estados Unidos creció un 23% este año fiscal respecto al mismo periodo anterior, informó ayer el Departamento de Seguridad Nacional (DHS).
Las cifras publicadas ponen de relieve la creciente inmigración desde Centroamérica a Estados Unidos, una tendencia que alcanzó su punto de mayor repercusión mediática en el verano de 2014, cuando miles de niños cruzaron solos la frontera tras un largo y peligroso viaje.
En concreto, en este año fiscal (del 1 de octubre de 2015 al 30 de septiembre de 2016), 408 mil 870 inmigrantes cruzaron la frontera suroeste y fueron apresados por la Patrulla Fronteriza, es decir, un 23% más que en el año fiscal anterior, cuando la cifra de indocumentados fue de 331 mil 333.
Drama de niños. El incremento de niños que cruzaron solos la frontera entre México y EU fue del 50%, pues en este año fiscal se registraron 59 mil 692 detenciones frente a las 39 mil 970 del periodo anterior.
A pesar del aumento, el cruce y aprehensión de menores es más bajo que en 2014, cuando 68 mil 541 niños llegaron a Estados Unidos.
“La llegada de niños no acompañados y de familias ha representado nuevos desafíos para nuestro sistema migratorio”, reconoció en un comunicado el secretario de Seguridad Nacional de EU, Jeh Johnson.
Menos mexicanos. “La demografía de los inmigrantes indocumentados en nuestra frontera sur ha cambiado significativamente en los últimos 15 años”, observó Johnson, quien apuntó a una bajada de la inmigración entre los mexicanos y a un continuo crecimiento entre las personas procedentes de Centroamérica.
Para Johnson, “la seguridad fronteriza por sí sola no puede superar los poderosos factores de empuje de la pobreza y la violencia que existen en Centroamérica” y, por ello, es necesario “invertir a largo plazo” en los países del Triángulo Norte, es decir, El Salvador, Honduras y Guatemala.