En el marco del Día de Muertos, cerca de 200 internos del Centro de Reinserción Social del Estado de Tabasco (CRESET) participaron en un “Concurso de Altares” organizado por la Secretaría de Seguridad Pública del Estado (SSP).
Fueron 13 los “altares de muertos” instalados en las distintas áreas del penal ubicado en Villahermosa, buscando representar todo lo mejor de nuestras tradiciones mexicanas.
El Director General de Prevención y Reinserción Social, Arturo Maldonado Pulgar, explicó que los altares fueron hechos con material reciclado, ayudan a conservar las tradiciones y sirven como terapia ocupacional para el proceso de reinserción de los internos.
De acuerdo con la tradición, en los altares de los internos está la Catrina, la flor de cempasúchil, las frutas y panes que le gustaban a los seres queridos, hay pozol, cayucos, platanares, lápidas, papel picado, calaveritas, tamalitos, dulces y veladoras.
“La creatividad no tiene ningún límite y aun estando en un espacio cerrado la podemos demostrar, la podemos llevar a cabo y compartir con los demás”, dijo una interna al exhibir su altar elaborado en la iglesia católica del área femenil.
Al explicar el contenido de otro altar instalado entre celdas, otro interno recordó que en el centro y occidente de la República se acostumbra el dulce de flor de calabaza, pero en Tabasco la tradición es el dulce de coco, la oreja de mico o el dulce de leche.
En los altares del CRESET también se pueden apreciar pirámides, incienso y gatos negros reales, mientras que algunos fueron complementados con internos caracterizados como zombies, calacas y la muerte.
“Participar en la elaboración de altares es una forma de libertad por la oportunidad de expresarnos a través de manualidades”, comentó otro de los internos.
Cabe mencionar que la tradición de los altares también se promovió en los centros de reclusión de los municipios, y aunque en el CRESET se definieron tres primeros lugares, la posibilidad de participar generó una dinámica de aliento a quienes están privados de su libertad.
Una interna lo definió asi: “Nuestra estancia en este lugar es temporal y lo importante es saber que vamos a salir y que vamos a tener ese espíritu, esas ganas de vivir y de continuar con las tradiciones que nuestros antepasados nos han dejado”.