Culturarte: La muerte sin fin de Gorostiza

Por: María Elodia Zurita Argáez.

¡Hoy también es un gran día! La poesía y el mes noviembre enlazaron la vida de dos insignes poetas, nuestro ilustre José Gorostiza y la décima musa: Sor Juana Inés de la Cruz, nacida un 12 de noviembre de 1651 en San Miguel Nepantla.

José Gorostiza Alcalá nació San Juan Bautista, hoy Villahermosa, Tabasco, el 10 de noviembre de 1901. Poeta que formó parte del grupo de la revista literaria Contemporáneos y fue elegido miembro de la Academia Mexicana de la Lengua en 1954. Fue profesor de Literatura Mexicana en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México, de Historia Moderna en la Escuela Nacional de Maestros, y jefe del Departamento de Bellas Artes de la Secretaría de Educación Pública. Trabajó como subsecretario de la Secretaría de Relaciones y como secretario de la misma. Fue miembro del servicio diplomático como canciller de primera en el servicio exterior, para lo que se trasladó a Londres; fungió como segundo secretario de la Legación en Copenhague y como Primer secretario en Roma. Se desempeñó como ministro plenipotenciario y director general de Asuntos Políticos y del Servicio Diplomático; fue asesor del representante de México ante el Consejo de Seguridad de la ONU. Embajador de México en Grecia. Participó como delegado en muchas conferencias internacionales y ocupó la presidencia de la Comisión Nacional de Energía Nuclear.

Aunque la obra de Gorostiza es breve, su nombre se compara con los nombres de algunos de los mayores poetas universales, porque en efecto la obra de este autor es también la de uno de los más profundos poetas de nuestra época; se le conoce como «el poeta de la inteligencia». Artista valeroso y exigente, cuyo resultado es la pureza más acendrada de la esencia lírica.

Gorostiza publicó únicamente cuatro libros: el primero, Canciones para cantar en las barcas en 1925, se caracteriza por la pureza de su línea y delicadeza de su lirismo. La interrelación de estos elementos le permitió escribir poemas aparentemente simples, pero sumamente complejos en su significación y lirismo. Después de 14 años publicó Muerte sin fin. En 1964 apareció Poesía, libro en el que reúne las obras anteriores, además de poemas y fragmentos bajo el título Del poema frustrado, y el ensayo Notas sobre poesía, que había pronunciado como discurso de ingreso en la Academia de la Lengua. Por último, en 1969 publicó un volumen de prosa.

Muerte sin fin es uno de los más importantes poemas largos, escritos en español del siglo XX; se afirma que la génesis de este poema se encuentra en el titulado Primero sueño, de la poetisa jerónima Sor Juana Inés de la Cruz, por quien el poeta sentía gran admiración y aunque podemos encontrar algunas similitudes entre ambos poemas, Muerte sin fin resulta menos optimista. El poema de Gorostiza, aunque muy hermoso, tiene mucho de indescifrable y son varios eruditos los que han recurrido a formas no ortodoxas para abrirlo y estudiarlo, incluso trazando un paralelismo entre él y la Muerte de Dios, de Friedrich Nietzsche.

Lleno de mí, sitiado en mi epidermis / por un dios inasible que me ahoga, / mentido acaso/ por su radiante atmósfera de luces / que oculta mi conciencia derramada, / mis alas rotas en esquirlas de aire, / mi torpe andar a tientas por el lodo. / Fragmento de Muerte sin fin.
¡Que esta sea una productiva semana para todos! La ciencia nutre la mente, la religión alimenta el espíritu, el arte enriquece el alma. Facebook: Mary Zurita. Correo: maryzurita2006@yahoo.com.mx

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