Culturarte: Viva mi vida

Por: María Elodia Zurita Argáez.

¡Hoy también es un gran día! La cultura popular mexicana se ha rendido durante décadas y le ha manifestado su admiración, respeto, pero sobre todo su afecto, al gran Pedro Infante Cruz, aprecio que ha superado los embates del tiempo, de la modernidad y la tecnología, resultando esto inexplicable; de tal suerte, que se podría considerar un fenómeno social que ya rebasa el medio siglo ¿Por qué tantos por tanto tiempo lo han querido?

Pedro Infante Cruz nació en Mazatlán, Sinaloa, un 18 de noviembre de 1917. El más importante ícono de la Época de Oro del Cine Mexicano, así como uno de los grandes representantes de la música ranchera grabo aproximadamente 310 canciones y actuó en más de 60 películas. Por su actuación en la película Tizoc se hizo acreedor al Oso de Plata del Festival Internacional de Cine de Berlín como mejor actor principal, y al premio Globo de Oro a la mejor película extranjera, otorgado por la prensa extranjera acreditada en Hollywood.

Pedro Infante lo mismo interpretaba vals, que chachachá o canción mexicana tradicional, canción ranchera y bolero, sin embargo, la inmensa mayoría de sus interpretaciones más populares pertenecen a los géneros de música de mariachi y ranchera. Algunas de sus canciones más populares incluyen: “Amorcito corazón”, “Cien años”, “Te quiero así”, “La que se fue”, “Ella”, “Paloma querida”, “Maldita sea mi suerte”, “Por un amor”, “Mañana”, “Que te ha dado esa mujer”, “Mi cariñito”, “Dicen que soy mujeriego”, etc., de compositores como Manuel Esperón, Gilberto Parra Paz y José Alfredo Jiménez, entre otros. “Amorcito corazón” de Manuel Esperón y Pedro de Urdimalas es posiblemente la interpretación más célebre de Pedro y una de las canciones más famosas en la cultura popular mexicana, además que con la versión de estudio de esta canción nació el género bolero ranchero. Asimismo, la canción mundialmente famosa “Bésame mucho” de la compositora Consuelo Velázquez, fue la única melodía que grabó en inglés y la interpretó en la película A.T.M. ¡¡A toda máquina!! con Luis Aguilar.

Pedro Infante fue acompañado a menudo por los grandes conjuntos musicales de ese tiempo como el Mariachi Guitrón, el Mariachi Perla de Occidente, la Orquesta de Noé Fajardo y la de Antonio Bribiesca, el Trío Tamaulipeco de los Hermanos Samperio, y en algunas ocasiones por el mismísimo Mariachi Vargas de Tecalitlán, entre otros. Para entonces, Pedro Infante ya había creado su característico grito de mariachi.

Pedro Infante fue un fanático de la aviación. Acumuló 2989 horas de vuelo como piloto. Estaba registrado con el nombre de rol de «Capitán Cruz». El 15 de abril de 1957, Pedro Infante piloteaba un Consolidated B-24 Liberator, de la empresa TAMSA, el cual fue un bombardero en la Segunda Guerra Mundial. La aeronave se desplomó entre las 7:30 y las 8:00 horas en el cruce de las calles 54 Sur y 87 de Mérida, poco después de despegar del aeropuerto, cuando había alcanzado unos 20 metros de altura. Hasta el día de hoy, Pedro Infante sigue convocando gran número de fanáticos de todas las edades frente a su tumba en el Panteón Jardín de la Ciudad de México, lo que demuestra que aun goza de gran popularidad.

El fenómeno de su éxito se le atribuye a su estilo alegre y carismático y sus actuaciones valientes y pícaras; también representó al mexicano alegre y enamorado, al héroe urbano de la clase trabajadora, que lo identificaron con las clases populares o pudo haber sido su origen sencillo y humilde, que lo hermana con la mayoría y además les enseña lo posibilidad de alcanzar los sueños.

¡Que esta sea una productiva semana para todos! La ciencia nutre la mente, la religión alimenta el espíritu, el arte enriquece el alma. Facebook: Mary Zurita. Correo: maryzurita2006@yahoo.com.mx

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