Hallan posible templo dedicado a Ehécatl-Quetzalcóatl en Tlatelolco

“En arqueología nunca se puede asumir que uno ha descubierto todo”, afirmó ayer el coordinador de Arqueología del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Pedro Francisco Sánchez Nava, al anunciar que investigadores de esa institución encontraron una estructura circular, de mide 11 metros de diámetro y 1.20 metros de altura de alto, en terrenos de lo que fue la antigua ciudad de Tlatelolco, localizada en lo que actualmente es el norte de la Ciudad de México.

Por su arquitectura y por algunas de las figurillas que se encontraron en el sitio del hallazgo, por ejemplo una figurilla tallada del rostro de un mono, los arqueólogos suponen que podría ser un templo dedicado a Ehécatl, que era una de las personificaciones de Quetzalcóatl, en particular su faceta como Dios del Viento. Después de un análisis por parte del Consejo de Arqueología, se decidió restaurar la estructura y exhibirla al público, a partir de 2017, como parte del proyecto de Ventanas del Tiempo. Es el segundo de su tipo descubierto recientemente en esta zona arqueológica y que cuenta con más de 650 años de antigüedad.

El sitio no está en el mismo predio que la mayoría de las personas conocen como la Plaza de las Tres Culturas, sino algunas decenas de metros hacia el poniente, del otro lado del Eje Central, al sur de la calle Flores Magón. Su hallazgo ocurrió en el primer semestre de 2014, cuando se realizaban obras para la construcción de un centro comercial, de una compañía dueña del predio y que, tras descubrirse la estructura, cedió el terreno en comodato al INAH.

En la conferencia de prensa en la que fue presentado el descubrimiento estuvieron presentes Pedro Francisco Sánchez Nava, coordinador nacional de Arqueología del INAH; Eduardo Matos Moctezuma, director y líder de las investigaciones en el Templo Mayor; la arqueóloga Edwina Villegas, del grupo de investigación de Tlatelolco y, a través de un video, Salvador Guilliem, Director del sitio arqueológico de Tlatelolco.

La directora de la Zona Arqueológica de Tlatelolco, Edwina Villegas Gómez, explicó que tras dos temporadas de supervisión y salvamento arqueológico, se logró establecer que el templo tiene más de 650 años de antigüedad, mide 11 metros de diámetro por 1.20 de altura y se encuentra a una profundidad de 3 metros bajo el nivel de la calle.

La primera se llevó a cabo en 2014, cuando se demolió el antiguo supermercado El Sardinero y se hizo una exploración a tres metros de profundidad, lo que permitió identificar la parte alta de la estructura y recuperar material cerámico y 20 entierros, entre adultos, niños y animales, distribuidos en el predio.

Y la segunda temporada continuó en marzo de 2016, en la que se liberó la edificación prehispánica y se pudo identificar el estuco que aún recubre parte de la misma. También se hallaron una cista para ofrenda colocada en la entrada oriental del templo y otros siete entierros humanos completos que actualmente están en análisis.

De acuerdo con la arqueóloga, la cista-ofrenda que contenía la osamenta de un recién nacido, huesos de aves, obsidiana, espinas de maguey, restos de copal y una cuenta circular de piedra verde, además de otra olla cercana al sitio con malacates, incensarios y figuras de cerámica con representaciones de monos y picos de pato, develarían su filiación con el dios Ehécatl-Quetzalcóatl, dador de viento como elemento de origen para la lluvia durante periodos prolongados de sequía.

Explicó que la construcción recién descubierta presenta particularidades: la primera de sus tres etapas constructivas data de los años posteriores a la fundación de la ciudad en 1337 d.C. y tiene paredes bicónicas (inclinadas en vez de rectas), lo que la distingue del resto de las ruinas prehispánicas de la Plaza de las Tres Culturas.

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