Angélica Castillo tiene 56 años de edad, trabaja como enfermera en el Hospital Pediátrico, La Villa; el pasado viernes 2 de diciembre, saliendo de su turno, dejó en los torniquetes del Metrobús dos sobres de color amarillo con vales de despensa de fin de año, equivalentes a 22 mil 170 pesos.
Después de hora y media, Angélica regresó al lugar con la esperanza de recuperar los sobres, preguntó a la policía auxiliar, Erika Castañeda si había visto los paquetes y ella los tenía.
«La verdad eso se lo agradezco mucho a esta chica, Erika que honesta es», reconoció Angélica.
Tras lo ocurrido, Angélica cambió de opinión sobre la Policía.
«Yo soy una persona que desde chica, mi mamá me crio con valores y me enseñó que no tomara lo que no era mío; al momento dije: ‘No, son de una persona que todo el año trabajó» y Érika los devolvió.