Con lo mínimo y rodeado de dudas, Atlético de Madrid se enfrenta a Las Palmas con la esperanza de acabar con el desencanto.
El último partido de 2016 llega en un momento sensible para el conjunto rojiblanco, que tras la derrota por 2-0 ante el Villarreal del lunes pasado cayó hasta a sexta posición de la tabla, a 12 puntos del liderato; muy lejos, de momento, para aspirar a otra cosa que no sea amarrar un puesto de Champions.
La derrota en el Madrigal fue la tercera en cinco partidos, en los que sólo ha cosechado cuatro puntos de 15 posibles tras una victoria por 3-0 ante el sotanero Osasuna y un empate a ceros frente al Espanyol.
A los malos resultados se suma la sequía de su estrella Antoine Griezmann, que suma ocho partidos de Liga sin ver puerta. Al igual que su equipo, se ha quedado rezagado en la tabla de goleo individual con solo seis dianas, cinco menos que el líder Lionel Messi.
Como consecuencia de los pobres resultados y las críticas, el futuro a largo plazo de Diego Simeone luce incierto por primera vez en cinco años. El entrenador argentino, quien redujo la duración de su contrato de 2020 a 2018 en septiembre pasado, ni siquiera tiene la seguridad de poder llegar a la inauguración del nuevo estadio Wanda Metropolitano la próxima temporada.
“Tengo la sensación de que la gente quiere escuchar siempre cosas lindas. Pero vivo el partido a partido desde hace cinco años, no voy a cambiar, aunque siempre he dicho que la ilusión del nuevo estadio está, ser parte de esta idea está, aunque la realidad es el momento, el presente y más que yo no vive nadie el partido a partido”, dijo Simeone.
Técnico y equipo, de momento, intentan mantenerse al margen de las críticas y se refugian en esa filosofía del esfuerzo que intentan imprimir como seña particular del equipo.
En el “partido a partido” y dar mayor importancia al “trabajo” que a las consecuencias inmediatas de los resultados. Sin embargo, el peligro es latente.
El cuadro rojiblanco no se puede permitir una derrota más. Corre el riesgo de cerrar 2016 fuera de los puestos europeo y, como consecuencia, además de ver amenazada la estabilidad que ha logrado proyectar desde la llegada del Cholo.
El partido de este sábado, pues, es crucial en sus aspiraciones de cara al resto de la temporada y tendrá que hacerle frente bajo mínimos, pues la plaga de lesiones han provocado que el técnico tenga que recurrir al mediocampista del Atlético B Juan Moreno para completar la convocatoria.
Sólo 17 hombres del primer equipo integran la lista de convocados para este sábado luego de que Tiago, con molestias en la rodilla, y Ángel Correa, suspendido por acumulación de tarjetas, se unieran a las bajas de los lesionados Filipe Luis, Augusto Fernández, Alessio Cerci (que no cuenta para el técnico, ni está en condiciones de jugar) y Jan Oblak, recientemente operado de una lesión en el hombro.
Así, Miguel Ángel Moyá volverá a la portería en Liga año y medio después y tras haber disputado sólo dos partidos esta campaña, la ida de los dieciseisavos de final de la Copa del Rey ante Guijuelo y la segunda parte del encuentro ante Villarreal.
El resto del equipo estará formado por Juanfran, Godín, Savic, Vrsaljko, Koke, Gabi, Carrasco, Saúl, Gameiro y Griezmann.