La felicidad que debería embargar las fiestas navideñas, para algunas personas es significado de tristeza, apatía y prefieren el aislamiento, lo cual está asociado al Trastorno Afectivo Estacional (TAE), comúnmente llamada depresión navideña, expuso el psiquiatra Luis Medrano Martínez, jefe del servicio de urgencias del Hospital Regional de Alta Especialidad de Salud Mental.
Explicó que ésta es una alteración en el estado de salud de las personas y suele presentarse durante la temporada de fin de año, ya que la mayoría de las personas hace una valoración de logros y fracaso, y en muchos casos consideran que el balance fue negativo. La alteración del sueño y los estados de ánimo los principales síntomas para identificarlo, añadió.
Hay quienes que han perdido a un ser querido, terminado alguna relación amorosa, y que han enfrentado o enfrentan tropiezos laborales o académicos; para algunos de ellos, estos factores los impactan de gran manera, pese a la bonanza económica que pueda haber, indicó el especialista.
Además, prosiguió, hay gente que no permite recibir afecto, se creen inmerecedores de alcanzar estados de felicidad, e inclusive llegan a sentirse culpables por pensar en compartir y disfrutar de las fiestas con familiares o amigos.
Medrano Martínez señaló que el TAE afecta principalmente a jóvenes de ambos sexos y mujeres adultas, y recomendó a pacientes y familiares identificar oportunamente cambios en la conducta, como desinterés, pesimismo, dormir demasiado y falta de ganas de salir con los amigos, pues existe el riesgo de que puedan aparecer pensamientos de muerte o suicidio.
Es importante que quienes estén experimentando este tipo de situaciones acudan de inmediato al servicio de urgencias del Hospital de Salud Mental, el cual cuenta con especialistas para atender este tipo de casos, las 24 horas del día de todo el año, dijo.
Finalmente, Luis Medrano observó que estos pacientes, además de recibir ayuda profesional, deben cuidar su alimentación, hacer ejercicio, dormir bien y evitar el consumo de alcohol o drogas, y aclaró que el “olvido” que proporciona el alcohol sólo es temporal y no contribuye a mejorar su salud.