Los festejos y los buenos deseos de Navidad y año nuevo terminaron, y llegó el momento de darle buena cara a la realidad. El primer reto que debemos afrontar para este 2017 es el ser más cuidadosos con la gasolina que consume nuestro coche y aprovechar cada gota, pues con los nuevos precios que se dispararán hasta la estratosfera, debemos procurar que la eficiencia esté de nuestro lado.
Recordemos que, para ponerse en movimiento, el motor de un automóvil debe transformar la energía química de la gasolina en energía mecánica que genera movimiento, mediante un proceso perfectamente orquestado que involucra la quema de dicho combustible.
Una vez en movimiento, el vehículo además debe luchar permanentemente contra el viento y la fricción de las llantas en el pavimento, cortesía de la fuerza de gravedad.
Es aquí donde los ingenieros de cada marca automotriz se quiebran la cabeza y vierten todos sus conocimientos para lograr que su automóvil utilice la menor cantidad de combustible por cada kilómetro recorrido (rendimiento).
Entonces desarrollan motores eficientes, carrocerías esculpidas en el túnel de viento para conseguir coeficientes aerodinámicos bajos, materiales estructurales ligeros, llantas de baja resistencia a la rodadura, en fin, ingeniería pura aplicada.
QUÉ SUCEDE
Lamentablemente, somos nosotros quienes atentamos contra el rendimiento de combustible y echamos por la borda todas esas horas de trabajo con nuestros malos hábitos al volante, cuando postergamos el trabajo de mantenimiento del motor y quemamos más gasolina de la que realmente necesita porque vamos por la vida acarreando toda clase de objetos en la cajuela que no tienen una razón de estar ahí y que representan peso extra.
Y para muestra basta un botón. ¿Recuerda cuándo fue la última vez que revisó la presión de aire de las llantas en su vehículo? Si ha intentado pedalear una bicicleta que tiene las llantas bajas de aire sabe del trabajo que implica ponerla en marcha y mantenerla así.
Pues lo mismo sucede con el coche si las llantas no están infladas a la presión correcta: al motor le costará más trabajo impulsarlo y, por lo tanto, gastará más combustible; un detalle como este, por inofensivo que parezca, reduce el rendimiento drásticamente.
¿Sigue renuente?, entonces considere esto: por cada libra de presión de menos en una llanta, el rendimiento de combustible se reduce aproximadamente en un 0.2 %.
Si las llantas están 10 libras por debajo, esto representa una afectación directa al rendimiento del 8%, es decir que si su auto ofrece, un rendimiento de 14 km/l, con las llantas desinfladas 10 libras abajo, el rendimiento cae hasta 11.2 km/l. Si no cambia sus acciones, su billetera pagará las costosas consecuencias.
PROCURE ESTACIONAR EL COCHE BAJO LA SOMBRA
Siempre que exista la posibilidad, evite dejar el auto largo tiempo expuesto al sol. Independientemente de la sensación desagradable que se experimenta al abrir la puerta para acomodarnos en el asiento e incinerarnos al entrar en él, estacionarlo bajo la sombra tiene una ventaja para el consumo: exigirá menos energía al aire acondicionado alcanzar una temperatura óptima.
MODERE EL USO DEL AIRE ACONDICIONADO
Es difícil lidiar con el calor que se encierra en el habitáculo, pero si usamos el aire acondicionado por intervalos de 5 minutos de encendido por 10 de apagado, a una temperatura de 23 grados, gastaremos menos gasolina que si lo dejamos encendido de manera continua a menos de 20 grados, ya que al sistema le tomará más tiempo y combustible alcanzar y mantener temperaturas bajas.
PLANIFIQUE SU RUTA
Perderse o sufrir en el tránsito de la ciudad inevitablemente hará que gastemos más gasolina en el recorrido. Lo mejor es que antes de salir revise cuál es la mejor ruta para llegar a su destino. Las aplicaciones para teléfono celular como Waze o Google Maps son útiles en estos casos.
NO DEJE QUE EL MOTOR ESTÉ INACTIVO
Manejar en ciudad supone un mayor consumo, y una buena parte es porque el motor pasa mucho tiempo encendido sin impulsar al auto. En diez minutos el motor puede consumir hasta medio litro de gasolina, por ello pague el motor después de un minuto de inactividad. Hoy en día muchos autos incorporan el sistema Start- Stop que apagan el propulsor de forma automática en alto total, si su coche cuenta con él, úselo.
PROCURE MANTENER LOS VIDRIOS ARRIBA
Si sale a carretera, llevar los vidrios de las ventanas del coche abajo no sólo lo ensordecerán por el flujo del aire a su lado, además se producirán bolsas de aire que generarán resistencia al avance. Lo mejor es abrir las ventilaciones para dejar que el aire entre al habitáculo y se mantenga fresco.
MANEJE A UNA VELOCIDAD UNIFORME
El consumo de combustible aumenta cuando permitimos que el vehículo disminuya de velocidad y aceleremos nuevamente para compensar dicha pérdida. Si mantenemos una posición constante sobre el acelerador dejaremos que la gasolina fluya al mínimo. Evite además cambiar de carril si no es necesario, pues ejecutar esta maniobra sin haber necesidad obliga a acelerar y desacelerar constantemente.
MANTENGA EL MOTOR EN BUEN ESTADO
Cuando un motor está desafinado, además de gastar más combustible del que necesita contamina más; esto se debe a que la combustión ya no es eficiente y buena parte de la mezcla sale cruda por el tubo de escape. Un propulsor afinado puede incrementar sus kilómetros por litro hasta en un 10%.
ELIMINE EL EXCESO DE PESO
Deshágase de objetos que no necesita en el auto y que además de estorbar significan peso extra. Si sale a carretera considere que manejar con el equipaje colocado en el toldo incrementa el consumo hasta en un 35%, pues el perfil aerodinámico del auto aumenta y el motor realiza un mayor esfuerzo para vencer la resistencia al aire.
VERIFIQUE LA PRESIÓN EN LAS LLANTAS
Circular con las llantas por debajo de la presión correcta provoca que el consumo de combustible se incremente hasta en un 3%, pues la superficie de rodadura de la llanta aumenta. Esto genera mayor resistencia al avance y los neumáticos se desgastarán prematuramente. Para conocer la presión correcta de inflado consulte el manual de propietario de su coche o haga la lectura directamente en la cara de la llanta.
ACELERE GRADUALMENTE
Pisar a fondo el pedal derecho es uno de los principales factores que incrementan el consumo de combustible. Si por ejemplo, el rendimiento de su coche es de 12 km/l, y acelera desde cero sin piedad, dicha cifra podría desplomarse hasta 8.6 km/l. Al acelerar con lentitud sólo usará el combustible necesario para que el vehículo se ponga en movimiento.
EVITE CONDUCIR CERCA DE OTRO COCHE
Si lo hace estará obligado a corregir la distancia de seguimiento con respecto al vehículo de enfrente al aplicar los frenos. A menos que su coche sea híbrido y convierta la energía térmica en eléctrica, frenar en exceso desperdicia energía y reduce la vida de las balatas.
HAGA CAMBIOS DE VELOCIDAD A BAJAS REVOLUCIONES
Si su coche es de transmisión manual, haga los cambios de marcha entre las 2,700 y 3,000 revoluciones por minuto. Si rebasa este rango, el motor quemará mayor cantidad de combustible al estar más acelerado. Si no requiere de todo el potencial del propulsor, evite acelerar de más.
RECUERDE
– Arranque el motor de su automóvil sin pisar el acelerador. Actualmente los coches pueden iniciar su marcha inmediatamente después de haber sido encendidos.
– Si libera el pedal del acelerador cuando percibe que debe frenar, el suministro de combustible se detiene, con lo que el rendimiento aumenta considerablemente.
– Otra forma de mantener el pie alejado del acelerador cuando viaja en carretera es utilizar el control crucero, pues mantiene al vehículo moviéndose a un ritmo constante. Si su auto lo tiene úselo.