Trump modificaría política de Obama con Cuba

Cuando visitó en Miami la sede de la Brigada 2506 en plena campaña, prometió a los veteranos de la fallida invasión a la isla por Bahía de Cochinos en 1961 luchar por restaurar la democracia en Cuba.

En medio de las medidas de seguridad relacionadas con el acto de toma de posesión este viernes del presidente Donald Trump, de policías fuertemente armados, barreras frente a edificios, restricciones de estacionamiento, cámaras en todas partes, calles céntricas de Washington cerradas al tránsito vehicular desde más de dos semanas, salta la interrogante, entre muchas otras de índole internacional, de qué política seguirá hacia Cuba el multimillonario de Nueva York, devenido mandatario de EEUU.

La postura del presidente Trump hacia Cuba podría calibrarse desde sus múltiples declaraciones en plena campaña presidencial, hasta sus más recientes críticas al castrismo, a raíz de la muerte el pasado 25 de noviembre del hombre que rigió los destinos de la por más de medio siglo.

Cuando visitó en Miami la sede de la Brigada 2506 en plena campaña, prometió a los veteranos de la fallida invasión a la isla por Bahía de Cochinos en 1961 luchar por restaurar la democracia en Cuba.

«No los defraudaré», dijo a los exiliados cubanos que sueñan desde hace décadas con una Cuba libre.

Cubanos en el exilio apoyaron a Donald Trump en su campaña presidencial.
Meses después, la muerte de Castro provocó en el presidente profundas críticas al régimen cubano y a la figura del dictador.

«El día de hoy, el mundo registra la desaparición de un dictador brutal que oprimió a su propio pueblo durante casi seis décadas. El legado de Fidel Castro es uno de fusilamientos, expoliación, sufrimiento inimaginable, pobreza, y la negación de los derechos humanos fundamentales”, señaló.

«Si bien Cuba sigue siendo una isla totalitaria, espero que el día de hoy marque un alejamiento de los horrores soportados por demasiado tiempo, hacia un futuro en el cual el maravilloso pueblo cubano finalmente viva en la libertad que tanto merece», subrayó Trump.

«Aunque no se pueden borrar las tragedias, las muertes y el dolor causados por Fidel Castro, nuestro gobierno hará todo lo posible para asegurar que el pueblo cubano pueda finalmente iniciar su camino hacia la prosperidad y la libertad», apuntó.

«Me uno a los numerosos cubanoamericanos que me respaldaron tan admirablemente durante la campaña presidencial, incluyendo a la Asociación de Veteranos de la Brigada 2506, que me brindó su apoyo con la esperanza de que un día no lejano podamos ver a una Cuba libre», recalcó.

El 28 de noviembre dejó clara su disposición de culminar la política de normalización iniciada por la administración Obama si La Habana no cambia su postura:

«Si Cuba no está dispuesta a hacer un acuerdo mejor para el pueblo cubano y los cubano-estadounidenses en su conjunto, pondré fin al acuerdo», escribió en Twitter, confirmando algo que había anunciado desde su campaña cuando prometió que «revocaría» las medidas ejecutivas de Obamasi no eran restauradas «las libertades en la isla».

Un día después su equipo declaró en un comunicado que la liberación de presos políticos, el retorno de fugitivos de la Justicia estadounidenses y la libertad política y religiosa serán las prioridades para Cuba del próximo presidente de EEUU.

«El presidente electo quiere ver libertad en Cuba, para los cubanos, y un buen trato para los estadounidenses, en el que no nos tomen por tontos», dijo su portavoz Jason Miller en una conferencia telefónica con periodistas.

Hasta el momento ha nombrado a varios cubanoamericanos de línea dura respecto al régimen isleño en puestos importantes de su equipo de transición: John Barsa, Carlos E. Díaz-Rosillo, Mauricio Claver-Carone e Yleem Poblete, hecho que los analistas valoran como un adelanto en su promesa de apretar las tuercas al régimen castrista.

El ex congresista federal estadounidense, Lincoln Díaz-Balart, dijo en una reciente entrevista con Martí Noticias que, por ejemplo, el nombramiento del cubanoamericano John Barsa en su equipo de transición para el Departamento de Seguridad Interna por el presidente electo de EE.UU, Donald Trump, “es sumamente emocionante” y que “estamos ante una extraordinaria noticia”.

El ex legislador cubanoamericano abundó que Barsa es un “hombre brillante, profesional de éxito, un amante de la libertad y un patriota no sólo en relación con Estados Unidos sino en relación con Cuba”… “Barsa es un experto en la temática de la isla y un amante de su libertad”, puntualizó Díaz-Balart.

Los congresistas cubanoamericanos por Florida, Ileana Ros-Lehtinen y Mario Díaz-Balart, en compañía de Lincoln, dijeron en diciembre en rueda de prensa en Miami que esperan que las concesiones unilaterales de la Casa Blanca al gobierno de Raúl Castro lleguen a su fin cuando Donald Trump asuma el poder el 20 de enero.

El exjefe de la petrolera ExxonMobil, Rex Tillerson, testifica en su primera audiencia de confirmación en el Senado de EEUU como futuro secretario de Estado del presidente electo, Donald Trump, en el edificio Dirksen, la oficina del Senado anexa al edific
Por otra parte, el empresario Rex Tillerson, nominado por Trump para ser secretario de Estado, mencionó ampliamente a Cuba en su discurso para la confirmación en el puesto, algo inusual en este tipo de evento, al apuntar que el proceso de acercamiento a la isla de Obama se desarrolló sin forzar a Cuba a hacer «concesiones significativas» en el área de derechos humanos, y dijo que recomendaría al presidente vetar cualquier propuesta de ley sobre el levantamiento del embargo a la isla.

«Debemos adherirnos a estándares de rendición de cuentas. Nuestra reciente relación con el Gobierno de Cuba no estuvo acompañada por ninguna concesión significativa en cuanto a derechos humanos. No les hemos hecho rendir cuentas por su conducta», dijo Tillerson en su audiencia de confirmación en el Senado.

«Quisiera examinar el criterio por el cual Cuba fue excluida de la lista de naciones que apoyan el terrorismo y ver si esa exclusión fue apropiada y si las circunstancias que condujeron a la exclusión aún existen», dijo Tillerson.

A la pregunta del senador republicano Marco Rubio de si, en el caso de que el Congreso estadounidense apruebe el levantamiento del embargo a Cuba y «no ha habido cambios democráticos en la isla», Tillerson aconsejaría a Trump que vetase esa ley, el nominado a secretario de Estado respondió: «Sí, lo haría».

Y se preguntó además Tillerson cómo fue que salió Cuba de la lista de países terroristas del Departamento de Estado, y cómo se hizo esa evaluación por los funcionarios de esa entidad. Destacó que «si las circunstancias cambian se deben cambiar las políticas» pero se deben analizar la situación de Cuba, las leyes estadounidenses como La ley de la Libertad, etc.

El director de la Agencia de Inteligencia de Defensa de Estados Unidos, Michael Flynn, interviene durante una audiendia del Comité de Inteligencia del Senado celebrada bajo el lema «Amenazas mundiales», en el Capitolio, Washington DC (Estados Unidos), feb
Es de considerar también que el consejero de política exterior más cercano de Trump es el teniente general Michael Flynn, un ex jefe de la Agencia de Inteligencia de Defensa que fue nombrado como asesor de Seguridad Nacional en noviembre, ha lanzado fuertes críticas a la conducción de la guerra contra el terrorismo bajo la Administración Obama y ha mencionado a Cuba en ese sentido.

«Estamos en una guerra mundial, frente a una alianza enemiga que va desde Pyongyang, Corea del Norte, a La Habana, Cuba, y Caracas, Venezuela. En el camino, esa alianza recoge a los países musulmanes radicales como Irán y organizaciones tales como Al Qaeda, los talibanes y el Estado Islámico», declaró Flynn en julio del año pasado a New York Post.

Acerca de NOVEDADES

Te puede interesar

Rusia lanza un misil balístico intercontinental

Rusia lanzó este jueves un misil balístico intercontinental durante un ataque contra Ucrania, según la …