El Chapecoense, con un plantel reconstituido, recibe este sábado en su estadio al Palmeiras en un partido amistoso que marcará la voluntad de supervivencia de este pequeño club del sur de Brasil convertido en un grande de Sudamérica, antes de ser diezmado por un accidente aéreo.
El encuentro se inicia a las 16:30 horas locales, pero el público fue invitado a llegar una hora antes al Arena Condá, en la pequeña ciudad de Chapecó (sur), para cubrir de verde, el color del equipo, las vetustas tribunas del estadio.
Unas 20 mil personas asistirán, antes del puntapié inicial, a la entrega de la Copa Sudamericana de 2016 a los tres sobrevivientes de la tragedia: el defensor Neto, el lateral Alan Ruschel y el guardameta Jackson Follmann.
El equipo se dirigía el 28 de noviembre a Medellín para disputar con Atlético Nacional el partido de ida de de la Sudamericana cuando el avión se estrelló en las montañas colombianas. De las 77 personas que iban a bordo, 71 perecieron. Los otros sobrevivientes son el periodista radial Rafael Henzel y dos tripulantes bolivianos, Ximena Suárez y Erwin Tumiri.
El «Chape», que en 2009 jugaba aún en cuarta división, fue proclamado finalmente Campeón de la Copa Sudamericana a pedido expreso de Atlético Nacional.
«Tendremos el privilegio de enarbolar este trofeo y estoy seguro de que quienes nos dejaron, si nos miran desde arriba, se sentirán felices», declaró el viernes Alan Ruschel en una conferencia de prensa.
Renacimiento
Los sobrevivientes estarán acompañados por sus parejas, a quienes se otorgará igualmente medallas.
Las víctimas se reunieron el viernes con la dirección de club para discutir la espinosa cuestión de las indemnizaciones exigidas a la aerolínea boliviana Lamia, cuyo director fue detenido en diciembre.
La mitad de la recaudación del amistoso se destinará a las familias de las víctimas y la otra mitad a la reconstrucción del club, que contrató a 22 jugadores en un tiempo récord para reconstituir el plantel.
TE RECOMENDAMOS: Sobreviviente de Chapecoense regresa a las canchas
Rafael Henzel también retomará el micrófono para relatar el partido para la emisora Oeste Capital. «Será un rito de iniciación, tanto para mí como para todos los hinchas que participaron (en diciembre) en las ceremonias fúnebres. Necesitamos de momentos como este, son un renacimiento», afirmó el sobreviviente.
Camisetas agotadas
El ‘pulgarcito’ del futbol continental volvió a concitar la atención de todo el mundo deportivo.
Un total de 241 periodistas de nueve países fueron acreditados para cubrir el amistoso contra el Palmeiras.
«Somos una comuna pequeña, no estamos acostumbrados a semejante notoriedad. Pero esta conmoción mundial nos ha reconfortado. Esta enorme ola de solidaridad nos ha ayudado a erguir la cabeza y a mirar hacia adelante», dijo el alcalde de Chapecó, Luciano Buligon.
La ciudad, de unos 200 mil habitantes, se tiñó de verde, el color del equipo, que se convirtió más que nunca en el de la esperanza.
El ‘Verdao del Oeste’, como se llama popularmente a este equipo por ser del oeste de Santa Catarina, se convirtió en el segundo equipo preferido de numerosos brasileños, más allá de las fronteras de este Estado meridional.
Los pedidos online de camisetas del Chape agotaron ya varias veces los stocks.
La popularidad del equipo trascendió igualmente las fronteras nacionales.
«Vinimos de Argentina para el partido inaugural de este club que tuvo una tragedia que nos afectó a todos», afirma Miguel Álvarez, un argentino que hizo el viaje desde Tucumán, a mil 500 km de distancia.
«La parte futbolística sí vale, pero es (sobre todo) la parte humana, hay que ser solidario», agregó.