La clase política, la estructura corporativa del PRI, dirigentes y representantes de la iniciativa privada acudieron este lunes al llamado de la Presidencia de la República, en Los Pinos, donde se amplió la exposición de la política exterior de México ante el gobierno de Donald Trump, en Estados Unidos.
En el salón “Adolfo López Mateos”, el presidente Enrique Peña Nieto expuso que ante el cambio en la política exterior estadunidense, “México está obligado a tomar acciones para defender su interés nacional”.
De acuerdo con el Ejecutivo, es necesario iniciar una negociación y redefinir, sobre bases de certidumbre, la relación con Estados Unidos. Adelantó que en las próximas semanas se definirán las reglas de la relación bilateral.
“A Estados Unidos le conviene que a México le vaya bien y, de igual manera, a México le conviene que le vaya bien a Estados Unidos”.
Anticipando que toda nación soberana tiene derecho a defender sus fronteras para garantizar su seguridad, aseguró que México no cree en los muros, y planteó trabajar con el gobierno estadunidense “por una frontera que nos una y no que nos divida”.
“Ni confrontación ni sumisión, la solución es el diálogo y la negociación”, expresó.
También se refirió al deber de defender a los connacionales, así como a garantizar el libre flujo de remesas, y dedicó diferentes momentos a exaltar las ventajas competitivas de México, afirmando que el país no es competitivo por empleos de baja calidad, antes que por sus condiciones logísticas.
Aseveró que su gobierno dialogará como país soberano, consideró que el mutuo respeto al estado de derecho de cada nación debe ser la base de la interacción, y se pronunció una vez más por preservar el libre comercio, señalando en específico a Estados Unidos y Canadá.
En ese sentido, ofreció abordar en las próximas semanas y meses todos los temas de la relación bilateral.
Peña destacó que la relación con el nuevo gobierno en los siguientes dos años se orientará hacia dos grandes prioridades, la primera de las cuales va en el sentido de fortalecer la presencia de México en el mundo a fin de diversificar nuestros vínculos políticos, comerciales, de inversión, turismo, y cooperación.
La segunda, agregó, es construir una nueva etapa de diálogo y negociación en la relación bilateral con Estados Unidos.
“Sí vamos a una negociación y para que sea exitosa debemos tener bien definidos los principios que nos guiarán y los objetivos que perseguiremos”, sostuvo, y enunció los cinco principios que guiarán dicha negociación: soberanía nacional, respeto al estado de Derecho, visión constructiva y propositiva, integración de Norteamérica y negociación integral.
El mensaje de Peña Nieto fue precedido de una larga tanda de discursos. El acto inició con un posicionamiento del canciller Luis Videgaray y continuó con la participación de los dirigentes de la Confederación de Trabajadores de México (CTM) y del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Carlos Aceves del Olmo y Juan Pablo Castañón, respectivamente.
A nombre del Senado, la instancia legislativa que sanciona la política exterior, habló Pablo Escudero, y dijo que la Cámara Alta solicitó a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) una reasignación presupuestal para apoyar a los consulados, responsables directos de la defensa de los migrantes en el extranjero. Se trata de un asunto “prioritario”, subrayó.
Castañón y Aceves del Olmo expresaron su respaldo a la política exterior peñanietista y se proclamaron listos para colaborar.
Al finalizar su mensaje, Peña Nieto convocó una vez más a la unidad nacional, como lo ha hecho desde noviembre, cuando el ahora presidente de Estados Unidos ganó la elección.