Temiendo que el condado deje de recibir millones de dólares por desafiar a las autoridades de inmigración, el alcalde de Miami-Dade, Carlos Giménez, ordenó el jueves que las cárceles cumplan con las solicitudes federales de detención de inmigrantes, eliminando la posición del condado como un “santuario” para los inmigrantes.
Giménez citó una orden ejecutiva firmada el miércoles por el presidente Donald Trump, que amenazó con recortar los subsidios federales para los condados o ciudades que no cooperan plenamente con la Policía de Inmigración y Aduanas. Desde el 2013, Miami-Dade se ha negado a detener indefinidamente a presos que están en el país ilegalmente y que son buscados por ICE, porque el gobierno federal no reembolsa completamente al condado por el gasto.
“Debido a las disposiciones de la Orden Ejecutiva, le ordeno a usted y a su personal que cumplan con todas las solicitudes de detención de inmigrantes recibidas del Departamento de Seguridad Nacional”, escribió Daniel Junior, director interino del departamento de prisiones y rehabilitación, en un breve memo de tres párrafos.
En la tarde del jueves, luego de que el reportaje del Miami Herald apareciera en la internet, el presidente Trump puso una reacción en Twitter:
“El alcalde de Miami-Dade elimina la política de santuario. Decisión correcta. ¡Fuerte!”