En México, casi la mitad de las mujeres que dan a luz tienen partos por cesárea. El país ocupa el cuarto lugar en el mundo con el mayor número de cesáreas sin urgencia médica, después de China, Brasil y Estados Unidos.
De 2010 a 2015 nacieron 12 millones 947 mil mexicanos, de los cuales 5 millones 900 mil llegaron al mundo por medio de una intervención médica, según las cifras de la Secretaría de Salud. Pero el problema no son las cesáreas, sino que se abusa de ellas. “Nueve de cada 10 bebés pueden nacer solitos; el médico ahí está, pero nada más vigila. Solo entre 13% y 16%, aproximadamente, requieren de la ayuda directa del ginecobstetra”, explica Norberto Reyes Paredes, subdirector del servicio de ginecología del Instituto Nacional de Perinatología (Inper).
La falta de información sobre las opciones de partos naturales, el interés económico de hospitales privados y doctores por obtener altas ganancias, y el poco personal médico en el sector salud, causa que un alto porcentaje de los partos sean por cesárea. De 2010 a 2015 ocho de cada 10 nacimientos en hospitales privados (2 millones 51 mil) y cuatro de cada 10 en hospitales públicos (3 millones 504 mil) fueron por cesárea, de acuerdo con datos de la SSA.
“En el sector público hay un problema entre el número de médicos y pacientes. Cualquier ginecólogo te va a decir que el nacimiento por parto es la mejor opción, pero si tienes a un doctor con 10 mamás en trabajo de parto puede ser un problema”, explica Reyes.
A pesar de que para el gobierno es más económico practicar un parto que una cesárea, la falta de camas y de doctores en las instituciones es un factor predominante. Para lograr una atención total los hospitales tienen que completar partos rápidos y en poco tiempo.
Si el IMSS, ISSSTE y SSA, que atienden a siete de cada 10 madres que dan a luz en el país, lograran reducir esta práctica a dos de cada 10 nacimientos, como lo marca la Norma Oficial Mexicana 007-SSA2-1993, se generaría un ahorro de 5 mil millones de pesos anuales. Cada cesárea le cuesta al Estado un aproximado de 17 mil 500 pesos, según datos con los que cuenta el especialista del Inper.
Las cesáreas se idearon para ayudar a las madres en riesgo. En México, sin embargo, existe un boom de esta práctica. Entre 2010 y 2014 el número de procedimientos iba en aumento. Cada año, en promedio, se registraban cerca de 30 mil nuevas cirugías. En 2014 tocó su punto más alto: un millón 14 mil 336 niños nacieron por cesáreas. En 11 estados del país 50% de las madres optaron por este rápido método.
“Son cirugías que pueden ayudar a salvar vidas cuando existen complicaciones, pero todos los nacimientos deberían ser planeados como partos naturales”, afirma Adriana Albarrán, ginecobstetra e integrante de Poder es Parir.
Procedimiento de mayor riesgo
Médicos y organizaciones civiles aseguran que las mujeres embarazadas son bombardeadas con datos erróneos sobre el parto natural, el miedo las orilla a escoger una cesárea. Cuando este procedimiento es realizado de manera programada alteran el proceso fisiológico, explica Hazeel Zárate, educadora perinatal.
Los riesgos de estas cirugías son altos. Además, los niños que nacen por cesárea requieren una mayor estancia en la Unidad de Cuidados Intensivos porque su proceso de adaptación es más lento, asegura Albarrán.
A pesar de eso, es una práctica que no logra bajar al nivel que los especialistas desearían. Los datos de 2015 disminuyeron tan sólo 5% en comparación con 2014, al pasar de un millón 14 mil a 966 mil 607 cesáreas en todo el país.
“Con este procedimiento se tiene tres veces más riesgo de morir que en un parto”, asegura el especialistas del Inper, quien afirma que actualmente ya se están pagando las consecuencias del uso desmedido de la cirugía.
La práctica excesiva ha generado que lleguen pacientes con dos o tres cesáreas previas que tienen placenta accreta, una anomalía en la que la placenta se inserta en el útero. El resultado: hemorragias o extirpar la matriz completa.
Excesos en hospitales privados
Entre 2010 y 2015 nacieron 2 millones 612 mil 945 niños en hospitales privados de México. Cuatro de cada cinco; es decir, 2 millones 51 mil 209 fueron mediante cesáreas.
Contrario a la disminución que reporta el sector público de salud, los hospitales privados no quieren abandonar esta práctica. De 2010 a 2015 las cesáreas aumentaron 12% en ellos. Cada año, más de 300 mil mujeres entraron a un quirófano para dar a luz.
Los estados que encabezan la lista de más nacimientos por cesárea en hospitales privados son Sinaloa, Tamaulipas, Tabasco, Chiapas y Nuevo León. Arriba de 85% de los niños nacieron mediante este procedimiento.
Médicos y especialistas coinciden en que los principales factores para la práctica rutinaria de cesárea son económicos y de productividad. “A un médico le conviene más programarse cinco cesáreas en un día que estar pendiente de una mujer en un solo trabajo de parto natural que puede tardar más de 24 horas”, asegura la ginecóloga Adriana Albarrán.
Altos costos
En hospitales privados, cuando se realiza una cesárea se consideran dos noches de estancia y el uso de quirófano, sala de recuperación, incubadora, material de curación y medicamentos básicos. Todo esto incrementa los costos.
Además se toman en cuenta los gastos por concepto de honorarios, que también se elevan en casos de cesáreas, ya que se requiere la presencia de médico, enfermera, pediatra y anestesiólogo. El costo promedio por atender una cesárea en un hospital privado de la colonia Roma es de 24 mil 290 pesos; 4 mil 429 pesos más que un parto natural.