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Debido a faltas como alteración de tarifas, maltrato y hasta acoso sexual, los taxistas son los más repudiados por los usuarios del servicio de transporte al acumular 730 de las mil 16 quejas presentadas el año pasado, por lo que una vez más continúan a la cabeza en la prestación del peor servicio en todo el estado.
Haciendo uso de nuestro derecho de acceso a la información, esta casa editorial obtuvo el reporte de quejas recibidas el año pasado contra las diferentes modalidades del servicio de transporte público, en el que se refleja que los taxistas acumularon un total de 730 denuncias, de las cuales 642 fueron contra choferes de cuatro uniones del municipio de Centro.
El segundo lugar en quejas lo obtuvo la modalidad de combis/urvan, con 197 quejas; le siguen los pochimóviles, con 31; Transbus con 22; Transmetropolitano con 19; mientras que las 17 denuncias restantes fueron para los servicios de autobús con 9, grúas con 5, volteos con una queja y transporte escolar también con una queja.
MALTRATO A LA ALZA
De las mil 16 denuncias que fueron presentadas por ciudadanos en el área de quejas de la dependencia estatal destacan las siguientes: 286 por maltrato al usuario, al tener choferes poco capacitados para brindar un servicio de calidad; 285 por alteración de la tarifa al querer cobrar más de lo establecido; otras 239 por daños a terceros, evidenciando nuevamente la falta de capacitación de los trabajadores del volante.
Asimismo, una constante en el servicio de taxis es negación del servicio, lo que llevó a acumular 150 denuncias por este motivo.
Otras denuncias que se archivaron y que a pesar de ser en menor cantidad, no dejan de ser preocupantes, como robo a usuarios con 49 quejas y siete más por acoso sexual.
Hay que resaltar que del total de quejas presentadas, los taxistas son líderes en varios rubros: acaparan el 54.5 por ciento de denuncias por maltrato al usuario; el 74 por ciento por negación de servicio; el 88 por ciento por alteración de la tarifa; el 87 por ciento por robo a usuarios; 68 por ciento de daños a terceros; el 71 por ciento por acoso sexual.
De las 730 denuncias contra el servicio de taxis, la SCT tiene en sus expedientes 618 contra la Unión de Taxis de Centro, mejor conocida como taxis amarillos; seis contra la Unión de Convergencia; siete contra Multitaxis y ocho contra a Uchustab. El resto de as quejas se dividen entre uniones que prestan el servicio en otros 15 municipios; el reporte no muestra abusos de parte de las uniones de los cocodrilos ni de los conocidos como marlboro.
Incidencia de quejas ante la SCT 2016
Tipo de transporte Quejas
Taxis 730
Combis/Urvan 197
Pochimóviles 31
Transbús 22
Transmetropolitano 19
*Otras modalidades 17
TOTAL 1,016
*Autobús, grúas, auto oficial SCT, volteo y transporte escolar
Les hace falta responsabilidad
En años anteriores, los trabajadores del volante recibían capacitación constante y no se les permitían faltas
Socios y choferes de la ‘vieja guardia’ de la Unión de Taxis Amarillos reconocieron que se acabó la época de oro, cuando había chóferes capacitados y responsables.
En entrevista para este medio, don Abigail Méndez Cadena, quien trabajó durante 30 años como taxista, señaló que anteriormente, cada año se impartía por parte de la Secretaría de Transporte capacitaciones en manejo defensivo, relaciones humanas, mecánica y primeros auxilios; sin embargo, actualmente sólo se les conmina a tener un buen trato hacia el usuario y hay quienes no asimilan las capacitaciones que se brindan, lo cual se ve reflejado en la pésima imagen que tienen ante la sociedad.
Por su parte, el señor Víctor Mayo Pérez, otrora taxista de antaño, dijo que la misma Unión de Taxis ha descuidado la vigilancia de sus choferes, cuando en los viejos tiempos una falta representaba tres días de suspensión y en el peor de los casos, una semana, e incluso no asistir a una capacitación anual significaba otra amonestación.
“Ser conductor de taxi era un trabajo estricto, se debía vestir con uniforme, pero ahora hasta en chanclas andan”, expresó.
Ambos choferes señalaron que hay factores que influyen negativamente, como el calor, el estrés y el tráfico, que junto con las horas que pasan al volante, son una mala combinación y se refleja en el servicio.
