Ningún Estado por poderoso que sea puede pretender imponer su voluntad en contra de los principios forjados por la comunidad internacional, aseveró el presidente Enrique Peña Nieto.
A 50 años de la firma del Tratado de Tlatelolco que evitó la presencia de armas nucleares en Latinoamérica y el Caribe, el presidente Enrique Peña Nieto reconoció que en el mundo sigue latente la amenaza del poder destructivo del armamento nuclear.
Al clausurar la 25 Sesión de la Conferencia General del Organismo para la Proscripción de las Armas Nucleares en América Latina y el Caribe (OPANAL) el mandatario llamó a avanzar hacia una norma universal que promueva una paz duradera.
Los países de América Latina y el Caribe estamos comprometidos a contribuir sustantivamente en las negociaciones de un tratado mundial de prohibición de las armas nucleares conforme al mandato de la Asamblea General de las Naciones Unidas», refirió.
Advirtió que en el mundo actual las naciones poderosas no tienen derecho a imponer su visión bajo la amenaza y por encima de los valores universales.
El Tratado de Tlatelolco es una prueba patente de la eficacia y vigencia de los acuerdos multilaterales. Su esencia es clara: ningún estado por poderoso que sea puede pretender imponer su voluntad en contra de los principios forjados por la comunidad mundial», indicó.
En presencia de ministros de relaciones exteriores de Latinoamérica, incluyendo al canciller Luis Videgaray, el Jefe del Estado Mexicano admitió que el reto que enfrenta hoy la región es contener el tráfico ilegal de armas de fuego.
Nuestra región es una de las más afectadas por este flagelo, aunque hemos construido un andamiaje multilateral para evitar el tráfico de armas y municiones debemos redoblar esfuerzos particularmente para hacer efectivo el Tratado de Comercio de Armas», detalló.
Durante el evento realizado en la Secretaría de Relaciones Exteriores, el Presidente Peña Nieto agradeció a los países latinoamericanos su respaldo mostrado en el marco de la nueva relación bilateral de México-Estados Unidos.
México es y siempre será un país orgullosamente latinoamericano y caribeño. Los buenos amigos destacan en los momentos de dificultad y para los mexicanos ha sido muy emotivo recibir su respaldo», subrayó.