Un par de adolescentes de 12 años de edad que habían sido reportadas como desaparecidas y secuestradas, por quienes se había activado la prealerta Amber, fueron localizadas y resultó que todo se trató de un autosecuestro.
Trabajos de investigación llevados a cabo por la Procuraduría General de Justicia (PGJ) de Michoacán, a través de la Fiscalía Especializada en Personas Desaparecidas permitieron asegurar a las dos menores de edad luego de que ante esa dependencia se presentó un hombre para denunciar la desaparición y secuestro de su hija y otra adolescente compañera de ésta.
De lo anterior se logró conocer que Rubí y Lizet salieron de sus respectivos domicilios para dirigirse a la escuela en la que estudian la secundaria, sin embargo, nunca llegaron.
El padre de una de las adolescentes dijo que recibió una llamada en la que hacía referencia que las menores se encontraban privadas de su libertad y le exigían la cantidad de 90 mil pesos para no hacerles daño.
Inmediatamente fue activada la prealerta Amber y en coordinación con la Policía Michoacán, se iniciaron las diligencias correspondientes para localizar a las menores, quienes supuestamente habían sido abordadas por un grupo de personas que se trasladaban a bordo de una camioneta a las afueras de un centro comercial de esta ciudad.
Luego de los trabajos coordinados, elementos de la Policía Michoacán localizaron a las menores en el momento en que se encontraban en una plaza comercial ubicada al sur de la ciudad. Incluso, al ser aseguradas manifestaron a los agentes que habían sido privadas de su libertad.
Ambas fueron trasladadas a las instalaciones de la PGJ estatal, donde una vez que rindieron su testimonio ante la Fiscalía confesaron que habían planeado el autosecuestro con la finalidad de gastar el supuesto rescate en teléfonos celulares y ropa. Las menores fueron certificadas por un médico y entregadas a sus padres.