El presidente de Somalia, Mohamed Abdullahi Farmajo, declaró el estado de “desastre nacional” en varias zonas del país para hacer frente a la situación humanitaria provocada por la grave sequía, la peor en más de 30 años.
A través de la cuenta de la presidencia en Twitter, Abdullahi pidió a la comunidad internacional responder de forma urgente ante la inminente hambruna que se cierne sobre la población y a los empresarios de su país apoyar en las tareas de recuperación de las zonas afectadas.
Debido a la intensa sequía registrada en los últimos meses en Somalia, al menos tres millones de personas estarán a un paso de la hambruna, según las Naciones Unidas.
Algunos organismos de las Naciones Unidas habían alertado hace unas semanas que cerca de 6,2 millones de personas se enfrentaban al peligro de inanición por la severa sequía en Somalia y exhortado a la comunidad internacional a movilizarse para evitar una tragedia humanitaria.
La sequía ha desplazado a más de 135 mil personas en Somalia desde noviembre pasado, según datos de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y el Consejo Noruego para Refugiados (NRC).
Organismos internacionales temen que esta grave situación desencadene una hambruna en el país del Cuerno de África como la de 2011, cuando unas 250 mil personas murieron, más de la mitad de ellos menores de cinco años.
Los países de la región también han advertido de que una nueva hambruna podría empeorar la situación de seguridad en una zona, donde la amenaza yihadista y los enfrentamientos interétnicos por los recursos causan numerosos conflictos.