Un irreconocible Sam Querrey dio la gran sorpresa al derrotar en la final del Abierto Mexicano de Tenis por 6-3 y 7-6 (7/3) al español Rafael Nadal, y se convirtió en el primer estadunidense varonil en ganar el certamen.
El nuevo campeón, contrario a lo que se le conoce, jugó grandes puntos desde el fondo de la cancha, mientras que Nadal estuvo errático y desatinado en los momentos más importantes.
Nadal buscaba convertirse junto a su compatriota David Ferrer en los únicos jugadores en ganar el torneo en arcilla y cemento, pero Querrey lo impidió y le propinó la primera derrota al manacorí en Acapulco que ligaba 14 triunfos en 14 partidos en el AMT.
El set inicial fue bastante parejo y con un Querrey sorprendente jugando al tú por tú ante uno de los mejores jugadores de la historia desde el fondo de la cancha.
Querrey, quien normalmente se caracteriza por su servicio y poco juego en los peloteos, tuvo la constancia necesaria para poder defender su saque, el cual produjo seis aces.
Todo lucía parejo hasta que en el octavo game y con Nadal al saque, el manacorí cometió un par de errores. Primero con una doble falta y después con un error no forzado un tiro paralelo que se fue largo cuando tenía a Querrey a su merced. El norteamericano ganó el único punto para quiebre de ambos jugadores en todo el primer parcial.
En el siguiente game, el estadunidense no tuvo problemas para mantener su servicio y llevarse la primera manga.
Luego de la decepción de la afición, entregada totalmente al ibérico, los gritos de “Rafa, Rafa” se intensificaron desde entonces, algunas veces de manera tibia, y otros tantos demostrando el gran cariño de la afición local hacia el español.
En el segundo set el partido no cambió demasiado. Querrey y Nadal intercambiaban golpes cuando el servicio del norteamericano lo permitía.
Rafa tuvo la oportunidad de emparejar el partido en el octavo game cuando tuvo hasta cinco oportunidades de rompimiento, pero siempre que lo necesitó Querrey sacó su mejor arma, el servicio.
Llegó la muerte súbita y el resumen del primer set se resumió en dos puntos. Con Nadal al saque en el 3-4 para Querrey, el manacorí pegó muy largo para el primer mini quiebre, y después su drive abrió demasiado a la derecha para otro mini break que dejaba el tie break 6-3 para Querrey.
El resto es historia: saque poderoso, débil devolución y remate ganador para amarrar su noveno título y el segundo en un ATP 500 (Queen’s 2010).