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Don Antonio Hernández tiene todavía presente en la memoria la bonanza coprera de los años 80, cuando Oleaginosas del Sureste llegó a procesar 14 mil toneladas de coco para convertirlas en aceite.
“Había mucho dinero y los administradores pagaban a tiempo la materia prima que se entregaba”, recuerda el productor oriundo del municipio de Paraíso.
Fue hace apenas un par de años que Oleaginosas del Sureste, la última agroindustria tabasqueña, se declaró en quiebra.
La superficie de terreno donde inició operaciones la planta era de 9 hectáreas, en aquellos entonces contaba con capacidad de extracción mecánica para 40 mil toneladas anuales de copra, así también un espacio de refinación e hidrogenación para 14 mil toneladas de aceite.
Asimismo, una planta de extracción de solventes para 60 mil toneladas de frijol de soya, una planta electrolítica para 340 mil metros cúbicos de hidrógeno, almacenes y construcción para oficina, cinco tráileres, dos camiones, la fábrica Jabones del Sureste y producía aceite.
Sentado detrás del escritorio en el que aún es su oficina en Ciudad Industrial, Pedro Rodríguez Reyes reconoce que en la actualidad solo procesan el 10% del volumen de hace más de 40 años.
La agroindustria tabasqueña que fue constituida en mayo de 1972, con 6 mil 167 socios productores de coco, literalmente se encuentra en ruinas.
El dirigente del sector manifestó que fueron muchos factores los que llevaron a la quiebra a esta importante industria, principalmente la baja producción, falta de apoyo, caída de los precios y las plagas que atacan a las plantaciones.
Rodríguez Reyes dice que el costo de la planta y los terrenos están valuados en aproximadamente 50 millones de pesos.
LA ÚLTIMA AGROINDUSTRIA
En menos de tres décadas, cinco importantes agroindustrias pasaron a la historia.
La pimentera, en Centro; la industrializadora de Buergos, Macuspana; la procesadora de cítricos, en Dos Montes; Ultralácteos, el Frigorífico y Empacadora de Tabasco.
El caso más reciente es el de la industria coprera, la cual dirá adiós en los próximos días. Mucho tienen que ver también las disputas internas, falta de apoyos y el abandono de cientos de hectáreas, los productores.
De ahí que los productores no ven realmente un negocio en el cultivo y procesamiento del coco, fruto que en el sexenio pasado llegó a ser un producto de exportación.
De acuerdo con Pedro Rodríguez, la situación se torna cada vez más difícil para los productores.
Además, atribuyó la crisis a otros factores que se han combinado, como la falta de acopio, la entrada de producto de otros estados y la caída en los precios.
Hasta el 2013 se tenía todavía un acopio de cuatro mil toneladas, aunque aún ya estaban un 20% por debajo de lo que se recibía antes, mientras que hoy solo están recibiendo dos mil toneladas, desde el pasado sexenio hasta ahora la actividad se redujo en 60%.
Expuso que los productores no están llegando acopiar a la empresa, porque al igual que a los ganaderos llegan hasta a sus puertas a comprarles con un mejor precio, es por ello que plantearon que como en el estado de Guerrero se dé un incentivo para mantener el mercado porque todo se “fuga” hacia el centro del país y Guadalajara.
Hectáreas en desuso
En el país se cultivan alrededor de 22 millones de hectáreas para la producción de alimentos; de estas, solo tres millones son de riego y el resto, de temporal. Además, cerca de ocho millones se dedican a la producción de maíz, y un millón y medio a la de frijol.
Tabasco no está lejos de un escenario adverso, de acuerdo al Censo Agropecuario 2007-2012 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en 2007 se sembraron 543 mil 622.1 hectáreas.
No obstante, la Sagarpa dio a conocer que en 2015 la entidad logró una superficie sembrada de 241 mil 219 hectáreas tanto con cultivos perennes como de temporal. Es decir, 300 mil hectáreas cayeron en desuso y hoy no producen más.
Nueva planta de aceite
Redacción
En el municipio de Paraíso, inversionistas privados plantean la construcción de una nueva planta de aceite de copra, con una inversión de 30 millones de pesos, según reveló la Secretaría de Desarrollo Agropecuario, Forestal y Pesquero (Sedafop).
El titular del ramo, Pedro Jiménez León, apuntó que se trata del proyecto de una planta que permita dar valor agregado a la producción del coco, a través del aprovechamiento total de los derivados del fruto.
Señaló que se trata de una planta de mediana capacidad donde se estiman procesar 60 mil cocos diarios en dos turnos que generaría unos 100 empleos directos con salarios de hasta 450 pesos al día, así como mil 500 indirectos.
“Esto daría una opción de comercialización a más de 6 mil personas que se dedican al cultivo del cocotero, pues en la actualidad la fruta solo es utilizada para sacarle el agua, lo demás no se aprovecha y al mismo tiempo esa materia prima tendría un valor agregado, por ejemplo, agua de coco pasteurizada para ser envasada y vendida al mercado nacional o al de exportación; además, carne de coco que puede salir convertida en cocada o en hojuelas, para ser vendidas como botana”, aseguró.
Expuso que incluso se aprovechará el coquillo o cáscara, para generar la propia energía que requiera la planta. Además, con el proceso se extraerá la leche y el aceite, que se pueden exportar a EU y a Europa.
OPINIÓN
“Con la nueva planta de aceite de copra los productores tendrían una opción de comercialización pues en la actualidad la fruta sólo es utilizada para sacarle el agua”.
Pedro Jiménez León, titular de Sedafop
“La industria coprera se encuentra en franco nivel de supervivencia, por eso vemos con agrado el proyecto del Gobierno estatal para impulsar la instalación de una nueva planta”.
Pedro Rodríguez Reyes, dirigente de los productores.
LÍNEA DE TIEMPO
Agroindustrias en quiebra
1991
Cierra la procesadora de pimienta ubicada en Ciudad Industrial
1992
La procesadora de hule de Buergos, en Macuspana cerró sus puertas
1999
Baja la cortina la Industria Agropecuaria del Trópico, dedicada a procesar jugo de naranja
2012
Quiebra Ultralácteos
2015
Tronó la empresa Frigorífico y Empacadora de Tabasco
