Taxistas de Madrid y Barcelona se fueron a huelga para exigir a las autoridades españolas que protejan sus servicios regulados en contra de su competencia, como Uber y Cabify, que cobran menos.
En Barcelona, taxistas dejaron de trabajar durante 12 horas, causando interrupciones particularmente fuertes en el aeropuerto y las estaciones de trenes.
Miles de taxistas también bloquearon la arteria principal en Madrid por dos horas.
A través de una carta enviada a las autoridades locales, representantes de los gremios principales se quejaron de que la liberalización del mercado de taxis socava el sustento de los taxistas porque las multinacionales pueden costear un servicio más barato.
Uber dijo en un mensaje que entiende las preocupaciones de los taxistas ante «un cambio del sistema de movilidad» y que está dispuesto a conversar sobre el tema. Cabify no respondió a mensajes que se envió en busca de comentarios.