En un ataque sorpresivo, Estados Unidos lanzó 59 misiles a una base del Ejército sirio, en el primer operativo militar contra el gobierno de Bashar al-Assad, seis años después de que comenzara en ese país una guerra civil que dejó casi medio millón de muertos.
Qué pasó
A las 4.40 hora local, la base Al-Shayrat, en la provincia central de Homs, fue atacada por 59 misiles Tomahawk lanzados desde los buques estadounidenses USS Porter y USS Ross, que se encontraban en el Mediterráneo oriental.
El ejército sirio informó de seis muertos y extensos daños en el ataque de misiles estadounidenses contra la base y afirmó que se trataba de una agresión que socava las operaciones antiterroristas de Damasco.
El lugar atacado
De acuerdo con el Pentágono, los servicios de inteligencia estadounidenses determinaron que los aviones que lanzaron el ataque químico contra la localidad de Jan Sheijun habían despegado desde esa la base Al Shayrat, y por eso fue elegida como objetivo del ataque. De acuerdo con información militar, soldados rusos tenían presencia en esa base, pero no estaban al momento del ataque. El Pentágono afirmó que había avisado sobre el ataque a Moscú con antelación.
La base era conocida como lugar de almacenamiento de armas químicas antes de 2013 y del desmantelamiento del arsenal químico sirio, indicó el capitán Jeff Davis, portavoz del Pentágono.
Las primeras evaluaciones del bombardeo muestran que hubo «grandes daños o destrucción de aviones» y de infraestructura de la base, «disminuyendo la capacidad del gobierno sirio para llevar a cabo ataques».
Los misiles Tomahawk apuntaron principalmente a «hangares aéreos reforzados», a tanques de almacenamiento de petróleo, municiones, defensas antiaéreas y radares.
Pero la pista misma no fue atacada, declaró el capitán Davis, contrariamente a indicaciones suministradas en un primer momento por un responsable estadounidense.
El general H.R McMaster, consejero de seguridad nacional del presidente Trump, afirmó de su lado que los estadounidenses habían evitado atacar el lugar «donde pensamos que se almacena el gas sarín». «No deseamos crear un peligro para civiles ni para nadie», agregó.
El arma utilizada
Los Tomahawk, utilizados en el ataque de Estados Unidos llevado a cabo en Siria, son misiles de crucero de fabricación estadounidense. Existen varias versiones con alcances de hasta 2500 kilómetros, que pueden ser lanzados tanto desde barcos como desde submarinos.
Además, son difíciles de detectar por los radares enemigos, dado que vuelan a una altura inferior a los 200 metros.
Los Tomahawk fueron utilizados a gran escala sobre todo en la Guerra del Golfo, en 1991, y en la Guerra de Irak, en 2003. Actualmente se usan para los bombardeos contra Estado Islámico.
Los misiles de crucero, al contrario que los misiles balísticos, cuentan con un sistema de propulsión propio, como si fueran aeronaves no tripuladas. Pueden ser dirigidos a objetivos predefinidos y cuentan con unas pequeñas alas para mantener la trayectoria.
Estos misiles cuentan con una cabeza de carga explosiva y pueden ser dirigidos para impactar contra un objetivo programado. Pueden ser lanzados desde rampas y vehículos terrestres, así como desde barcos, submarinos o aviones.
Por qué actuó
El pasado martes, un bombardeo aéreo contra la ciudad rebelde de Jan Sheijun (provincia de Idlib, norte) causó 86 muertos, entre ellos 30 niños, y más de 160 heridos, según el Observatorio sirio de derechos humanos (OSDH). Según el OSDH se trató del segundo «ataque químico» más mortífero desde el llevado a cabo en los alrededores de Damasco en 2013, que causó más de 1400 muertos.
Donald Trump condenó el ataque químico, acusó al gobierno de Bashar al-Assad de querer «asfixiar» a sus propios ciudadanos y endureció su discurso hacia la crisis en Siria.
«He ordenado un ataque militar dirigido contra la base en Siria desde donde fue lanzado el ataque químico. Es en el interés vital de la seguridad nacional de Estados Unidos evitar e impedir el uso de armas químicas letales», dijo ayer Trump al anunciar el ataque.
«Esto responde a los intereses vitales de la seguridad nacional de Estados Unidos», agregó, y llamó a los «países civilizados» para que se unan a Estados Unidos en su intento de «poner fin a la matanza y al baño de sangre» en Siria.
Qué significa para la política exterior de EE.UU.
La repentina decisión de Trump de ordenar ataques contra el gobierno sirio implicó un giro en la política exterior de un presidente que pasó años rechazando la implicación de Estados Unidos en uno de los conflictos más pertinaces y violentos del mundo.
En su anuncio de ayer, Trump alegó que la operación sigue entrando en su lema de «Estados Unidos primero» en política exterior, al considerar que tiene un «interés vital de seguridad nacional» en detener la proliferación de armas químicas como las empleadas por el gobierno sirio esta semana contra sus ciudadanos.
Este importante giro apenas 77 días después de asumir el cargo podría ser una de las transformaciones más rápidas en la historia reciente. Trump basó su campaña en una visión de política exterior bordeando el aislacionismo, pero, ante el ataque químico, decidió incrementar la implicación de Estados Unidos en el conflicto sirio.
Además del contundente mensaje enviado a Assad, los ataques son también una señal para Rusia e Irán, los principales benefactores de Damasco. También para China, que en opinión de Washington no está haciendo suficiente para detener los proyectos nucleares de Corea del Norte. El ataque de ayer tuvo lugar poco después de la reunión de Trump con su par chino, Xi Jinping, en Florida.
«Esto indica claramente que el presidente está dispuesto a tomar medidas decididas cuando es necesario» dijo Tillerson.
Guerra civil en Siria
El conflicto en Siria estalló en marzo de 2011, cuando al calor de la «primavera árabe» en Medio Oriente, comenzaron las protestas para pedir la dimisión del presidente Bashar al-Assad. Los enfrentamientos entre el Ejército y los «rebeldes» fue creciendo hasta transformarse en una guerra civil con casi medio millón de muertos, diez millones de desplazados y la intervención de fuerzas extranjeras con refuerzos para ambos bandos.
En medio de la crisis interna, Estado Islámico aprovechó para extender su territorio e instaurar un «califato» en Irak y Siria en 2014.
La respuesta de Siria
Desde la oficina de Al-Assad calificaron el ataque de Estados Unidos como «temerario» e «irresponsable», y señalaron que reflejan una «miopía» y la continuidad de una política, independientemente de cuál es el gobierno, de atacar y «subyugar a los pueblos».
«La agresión ha fortalecido el propósito de Siria de atacar a esos agentes terroristas [como llaman a los rebeldes], de seguir aplastándolos y de aumentar los ataques con ese fin, donde quiera que estén», dijo un comunicado de la presidencia siria.
El texto calificó al ataque de Estados Unidos como precipitado e irresponsable y dijo que demostraba que Washington había sido «ingenuamente arrastrado con una falsa campaña de propaganda», en una referencia a las acusaciones de que el gobierno sirio estuvo detrás de un ataque químico de esta semana.
Por su parte, las fuerzas armadas sirias calificaron el ataque de «agresión flagrante» que socava su guerra contra el terrorismo.
Reacción de Rusia
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, cree que el ataque de Estados Unidos contra una base aérea siria es una «agresión contra un estado soberano en violación del derecho internacional», indicó hoy el Kremlin.
Rusia, que confirmó haber sido avisada antes del raid, consideró además que el ataque químico fue solo «un pretexto» para el operativo norteamericanos decidido en precedencia, y pidió una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU. Para Moscú, el ataque favoreció al Estado Islámico y Al Nusra.
Rusia ha atribuido la muerte de civiles en la localidad siria de Khan Sheikhoun el pasado martes a un almacén rebelde de armas químicas que habría resultado alcanzado por fuerzas sirias.
Más tarde, Rusia -histórico aliado de Damasco- anunció que va a reforzar la defensa aérea de Siria después del ataque con misiles lanzado por Estados Unidos contra fuerzas sirias, anunció hoy el Ministerio de Defensa en Moscú.
También Irán condenó la «peligrosa» operación, que calificó de «acción unilateral» y aseguró que complicará más la situación en Siria.
Repercusión internacional
Mandatarios de distintos países apoyaron a Estados Unidos después de que Washington lanzara un ataque de misiles de madrugada contra una base aérea siria, en represalia por un ataque con armas químicas esta semana.
Una coalición liderada por Estados Unidos bombardea objetivos del grupo extremista Estado Islámico en Siria desde 2014, mientras que la fuerza aérea rusa ha atacado tanto a los grupos extremistas como a los rebeldes sirios para asistir a las fuerzas de Assad.
Arabia Saudita y Turquía, que respaldan a la oposición siria, celebraron el ataque, que Riad describió como una «decisión valiente» de Trump. El gobierno británico dijo que se le había informado con antelación del ataque y respaldó con firmeza la operación estadounidense. Francia, Italia e Israel también valoraron el bombardeo de forma positiva.