La Organización Mundial del Comercio (OMC) avaló que México puede imponer represalias comerciales a Estados Unidos, hasta por 163.23 millones de dólares anuales, por restricciones a la venta de atún.
No obstante, este monto es inferior a la suma pedida por México que era de 472 millones de dólares anuales, la cual planeaba imponer a las importaciones de jarabe de maíz de alta fructosa estadunidenses.
Esta determinación es consecuencia del incumplimiento de Estados Unidos a una resolución previa de la OMC, que determinó que los requisitos sobre el etiquetado «dolphin safe» para los productos de atún mexicano son incompatibles con las normas del organismo multilateral.
México solicitará inmediatamente al Órgano de Solución de Diferencias de la OMC la autorización para suspender beneficios e iniciar los procedimientos internos necesarios para hacer efectiva dicha suspensión en contra de importaciones de productos procedentes de Estados Unidos, informó la Secretaría de Economía en un comunicado.
Los desacuerdos por el comercio de atún entre ambos países remontan a la década de los ochentas, pero fue en 2008 cuando se planteó por primera vez el caso ante la OMC, que ya he emitido fallos favorables a México.
En respuesta, Estados Unidos modificó dos veces sus normas sobre el etiquetado para la importación del atún, pero México consideró que los cambios aplicados eran insuficientes y que las restricciones indebidas en su contra, incluidas documentación adicional y verificación de capturas, se mantenían.