Se levantan una hora antes a preparar a sus hijos para ir a la escuela y dejan unos cuantos minutos para arreglarse, en el refrigerador ya están todos los ingredientes para preparar la comida al regresar de su jornada laboral; es uno de los panoramas que viven algunas de las 239 mil madres trabajadoras que hay en Tabasco, según reporta el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), así como la Secretaría de Trabajo y Previsión Social (STPS).
Según la tasa de fecundidad del INEGI, hace 10 años quedaron atrás las costumbres de tener más de siete hijos, los servicios de planificación y los cambios socioeconómicos han permitidlo a las mujeres tener mayor participación económica, social y política.
De acuerdo a las estadísticas, la Población Económicamente Activa (PEA) que trabaja es de 334 mil, de las cuales 239 mil son madres mayores de 15 años; de estas, 119 mil tienen dos o más hijos.
Según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), el 97.9% de las madres trabajadoras combina su trabajo con labores domésticas al terminar sus jornadas laborales, lo que incluye cuidado de sus hijos, quehaceres del hogar, compras, etc.
Por necesidad o la motivación de sus hijos para sacarlos adelante, las estadísticas señalan que las madres que tienen una mayor participación laboral son las solteras, divorciadas, y separadas.
Lamentablemente, dentro de los informes se detalla que muchos empleadores ven la maternidad y la situación conyugal de las mujeres como obstáculos para su buen desempeño laboral y al menos 8 % de ellas han sufrido acoso en el trabajo. Para muchas mujeres trabajadoras su participación en la actividad económica se traduce en dobles o triples jornadas, pues aparte de su responsabilidad con instituciones públicas o privadas, invierten 87 horas a la semana en el trabajo del hogar.
El motor de Ruth
“Me lleva a esta dirección”, “cóbrese”, “ahí me deja”, “gracias”, son algunas de las frases que más escucha Ruth de lunes a sábado en su andar por la colonia Gaviotas y sus sectores a bordo de la unidad 052 de los motocarros mejor conocidos como pochimóviles. Basta un juego de muñecas y tobillos para acelerar a dejar al último pasajero antes de pasar a buscar a su hija, Mía, de cuatro años de edad, para llevarla al jardín de niños.
Ruth Ramón Morales es una de las 15 madres que laboran a bordo de un pochimóvil en la colonia Gaviotas, su labor inicia desde las 5:30 de la mañana y tiene pausas necesarias para atender las necesidades de su hija, Mía Sharon Ramón Morales.
El pavimento ya comienza a calentarse por el sol, Ruth sabe que es hora de que esas tres llantas de la unidad móvil se encaminen para llevar a Mía a la escuela y posteriormente retomar el trabajo; al medio día toma otra pausa para pasar a buscarla.
Estar muchas horas al control del volante ya comienza a diezmar la fuerza de las muñecas de Ruth, pero aún es suficiente para acariciar a su hija antes de irse a dormir.
De repente llegan esos días en los que no está la abuela de Mía y no hay nadie que la pueda cuidar, solo hay una solución, acompañar a su madre en un tour de varias vueltas por la colonia antes de regresar a la calle África de la colonia Gaviotas Sur, donde tienen su humilde vivienda.
Es un trabajo cansado, ya el pochimóvil lleva cuatro años andando por las calles de Gaviotas, el motor está un poco desgastado, caso contrario al del motor de Ruth, ese sigue intacto y creciendo todos los días. Cada domingo le dedica todo el día a ese motor llamado Mía, que es el que la mueve para continuar trabajando en la noble profesión.
EL PANORAMA
334 mil mujeres mayores de 15 años trabajan en Tabasco
239 mil son madres trabajadoras
119 mil tienen dos o más hijos
66% de las mujeres trabajadoras ganan dos salarios mínimos o menos
34% de las mujeres ganan arriba de dos salarios mínimos
8% de las mujeres mexicanas mayores de 15 años ha sido víctima de acoso laboral